Aterrizando de una más que envidiable noche en Blanco, un día de sabores diversos por la calle Navas de Granada y una ruta degustando los matices que el otoño le pone a la naturaleza, llegamos al Teatro Arniches para rematar un intenso fin de semana con el tercer concierto de Atiende Alicante.
La protagonista del domingo fue una artista de Portland que tras casi 10años sin novedades ha editado este año un interesante disco llamado «The pattern of electricity». Con tanto trajín no nos había dado tiempo a escucharlo demasiado, así que cuando vimos a una rubia con su flequillo de Bobtail, su vestido gris arrugado y su copa de vino llena de agua, entendimos que debíamos disponernos a ver a la típica sonwriter americana.

Esta vez no hubo incitación al baile, y a nadie le dio por levantarse, pero demostraron, durante una hora, porque, ahora que las nuevas generaciones han perdido el gusto por la buena música y su complicidad, el Country, como en EEUU, debería ser una asignatura obligatoria en el colegio. Como evolucionarlo ya es cosa de los medios de los que dispongas, de quien te rodees y de la capacidad que tengas de desarrollarlo con tu voz o tus talentos. Pero al menos, si como en España, la crisis te acucia, siempre te queda la posibilidad de ver mundo, sacarte unos euros tocando en alguna esquina o dar rienda suelta a tus despechos, tu romanticismo, tus anhelos o tus cansancios.

Por si os interesa el Atiende Alicante sigue el domingo que viene con el concierto de Rivulets, y luego vendrán Calvin Johnson, MFC Chicken, Pony Bravo… así que, váyanse preparando porque todavía queda mucha tralla.
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