A veces me preguntan ¿cómo puedes seguir viviendo en Alicante? y yo, en vez de contestar, me remito a vivirlo.
He estado en ciudades mucho más bonitas como Donosti, Salamanca, Córdoba… rodeado de gente mucho más cívica, educada, menos criticona y respetuosa que la que puedes encontrar aquí. He paladeado los encantos agendados de Madrid o Barcelona, he exagerado el influjo de unas vacaciones en Sevilla, Granada o Las Negras, y he tenido amores de una noche con Logroño, Aranda, Santiago de Compostela…
Sé que aquí no encontraré el silencio respetuoso que, a veces, necesito. Pero, de vez en cuando, hay circunstancias, que hacen que el amor supere al odio por todas esas cosas que no me gustan de la Terreta.
Deja una respuesta