Probablemente, Rosy finch es el grupo más prometedor de la terreta. Con su grunge desenfrenado recuerdan a bandas de otra época aderezadas con la frescura que siempre da pertenecer a una generación diferente.
Witchboro ha sido el salto de calidad en el que la distorsión y los gritos oscurecen una base más que bien afinada por Mireia Porto, Elena García y Lluis Más. A todos ellos se les nota la participación en otros proyectos como Hela, o Pyramidal que enriquecen lo que ya se les intuía en aquel EP llamado Wolves waiting.
El disco es una delicia, pero verlos en directo es aún mejor. La intensidad acaba con cualquier silencio, o viso de paz, que pueda colarse en la distancia que separa a este trío del público que osa acercarse a verlos. En Goteborg, Bilbo, o Madrid saben bien de lo que hablamos.
Úrsula es la canción más trallada, pero Hyde formula o Miss Howls evidencian que son algo más que un grupo de una canción, por eso, si no los habéis escuchado aún, dedicad tres cuartos de hora a sacar todo el estrés que tengáis dentro de vosotros. Os aseguramos que merecerá la pena
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