Cuando me levanté el pasado miércoles tenía 76 mensajes entre Whatsapp, Messenger, Outlook y Gmail. Todos con una misma cuestión, preguntada de diferente manera: ¿Cómo fue El Consell de ayer?
No contesté a ninguno, porque creo que, aún, mi cerebro no ha llegado a asimilar «el cambio». O quizá fuera que no quería contagiar mi pesimismo, tras lo que viví en el Salón de actos del Maca. Si hay algo obvio es que las puertas de la Concejalía de Cultura han vuelto a cerrarse y que las comisiones son el último clavo ardiendo al que los utópicos nos agarramos, eso sí, con el carácter crítico de antaño enterrado y con la esperanza agonizando… casi muerta.
Cada vez tengo más claro que la política es una sucesión de cagadas en grupo que los tontos tratan de arreglar con una foto. Vistos los resultados de las (2) últimas elecciones generales hay una mayoría de españoles que se conforman, o se creen, las patrañas. Otros, por ideología, no dan su brazo a torcer (ni el izquierdo, ni el derecho). Y hay una parte crítica de población que huye del discurso narcotizante y vacío y busca vías de escape naranjas, moradas o de cualquier color sin arrugas, ni olores añejos, pero con el mismo tufo a templado.
Yo no creo en los partidos, ni en los nuevos, ni en los viejos. Ni tampoco creo en los tonos grises (sin riesgo no hay cambio). Vamos que echo de menos a los políticos/vecinos que se mojan. Mientras más viejo me hago, menos confío en las personas que defienden unas siglas por encima de la lógica. Pero sí creo en la presunción de inocencia, asumo que como humanos nos equivocamos y que todos merecemos un margen de confianza para asimilar nuevas tareas. Ahh, y, aunque no es lo habitual, antes de juzgar, empatizo, porque la crítica es más afable (o directa) poniéndote en la piel de la persona a la que valoras.
El del martes (ni te cases, ni te enfrasques) fue el primer Consell de Cultura presidido por Gloria Vara. La cultura es un ente abstracto que cada uno entiende a su manera. Improvisar es un arte que puede colar cuando te enfrentas a un público con la guardia bajada, pero tratar de presentar un plan de cultura con un «corta-pega» del año pasado, sin tiempo a darle más forma que la de un trabajo de estudiante vago que pone más grandes las letras para que ocupen más espacio, es un despropósito.
El marrón fue para Ángel Casado (el técnico), al que le tocó defender lo indefendible: menos subvenciones, menos convocatorias abiertas, menos futuro y más estancias superiores a las que elevar las quejas. Eso sí, un tiempo récord de intervención: 10 minutos para todo un plan de cultura (que había prisa para llegar a la reunión del Edusi).
Y tras la lectura, de unas cuantas sugerencias previas de las Comisiones, llegó el turno de ruegos y preguntas, o el manido «qué hay de lo mío» en versión light. Según parece las hachas de guerra de los últimos Consejos han sido enterradas. Ya no hay petición de bilingüismo en la explicación, ni frases épicas como «los cines ideal son míos»… y tampoco hay feedback. Entiendo que debe ser porque no hay cabeza que pueda hilar la cultura con el cementerio (bueno eso, visto lo visto puede ser), con el comercio, la inmigración, la plaza de Toros… y así hasta 15 galimatías heredados de una mala gestión tras el enésimo chanchullo en el Salón Azul. Todo hay que decirlo, en lo de la diversidad de áreas Daniel Simón lo tenía un poco más fácil con la tecnología aplicada a (o, de la mano de) la cultura.
Mientras encontramos la cien veces citada instancia superior, voy a ejercer de periodista y resumo el tedioso Consell en 5 titulares.
¡Extra Extra! La Concejala de Cultura asume que hay un problema de difusión de la actividad cultural de la ciudad (le dejo mi e.mail (por si lo lee): redaccion@alicantelivemusic.com).
¡Extra Extra! Esta semana se desvelará, por fin, el mapa cultural de Alicante (que, tras 6 meses en standby, ya era hora).
¡Extra Extra! El Ayuntamiento seguirá peleando por que el Castillo de Santa Bárbara sea reconocido como Patrimonio de la Humanidad (y nosotr@s, también)
¡Extra Extra! Las exposiciones de La Lonja del Pescado volverán a darse a dedo… (krikrikri)
¡Extra Extra! Se han cumplido el 90% de los compromisos adquiridos el año pasado. El nivel estaba muy alto y en lugar de tratar de superarlo, vamos a esperar a que una instancia superior nos ayude a que la Cultura institucional de Alicante no muera en el intento de salir del agujero al que ciertos gobernantes del pasado la condenaron. De momento, nos hemos quedado sin Tabarca y parece que no será el único tachón en el calendario cultural de Alicante.
Continuará…(esperemos)
María dice
Qué lastima leer estas impresiones, ya que la sensación de los últimos años era buena.
Espero que la actual Concejala escuche a los consumidores de cultura alicantina y sepa manejar bien el timón de este barco. Cuando se estaban haciendo bien las cosas, no esta bien visto retroceder (dicho sea ésto de cara a las proximas elecciones), debe cogerse el toro por los cuernos, y se debe avanzar. No obstante el Consell esta para eso, muy mal si sus miembros no pusieron de manifiesto estas percepciones teniendo en frente a su máxima responsable actualmente.
Gracias Jon por tu labor de difusión!