Concierto de Semana Santa de Contrapunctum

Palestrina ejerció una notable influencia a partir del s. XVI, principalmente por dos mitos. El primero de ellos, nos habla de cómo Palestrina consiguió “salvar” la música polifónica después del Concilio de Trento, al componer la Misa del Papa Marcelo, fundamentalmente homófona y con pocos episodios de la “ininteligible” polifonía imitativa de la época. El segundo de los mitos presenta a un Palestrina que es modelo pedagógico del llamado stilo antico, un estilo pasado de moda en los posteriores siglos. Con estos dos mitos, que ya se han revelado como falsos, se construyó a finales del Romanticismo una personalidad idealizada de un compositor que fue experto, tanto en estilo contrapuntístico como homofónico.

Publicada en su tercer libro de misas, la Missa Brevis se trata de una de las misas que no se basan en ningún material preexistente. Debe su nombre, no tanto a su extensión, sino a que todas las partes del ordinario empiezan con una nota “brevis”. Publicada hacia 1570, podría haber sido compuesta años antes, probablemente los años en los que tuvo un alumno brillante: Tomás Luís de Victoria. Tanto respeto y profunda admiración produjo Palestrina en el abulense que sabemos que uno de los viajes de Victoria a Roma, una vez establecido en Madrid, fue para atender el funeral de su maestro.

Presentamos hoy un concierto programado desde la idea de una misa, en la que motetes y otras obras religiosas acompañan a los momentos del ordinario litúrgico. Así, la música del afamado compositor italiano se verá envuelta de notas de otras generaciones, como Josquin, Peñalosa o Guerrero, y de su aplicado alumno, Tomás Luís de Victoria.

Autor: Luis Amat