(Entrevista de Nando Arroyo)
Con cansancio en los ojos y la agenda hasta el cuello, Laura Campello, reconocida cantautora ilicitana, acepta el reportaje para Alicante Live en una mañana ajetreada. Son días de prensa y mucho trabajo, y a la vez de expectación por el estreno de su nuevo álbum y primer disco oficial llamado Maire (forma flamenca de referirse a su madre), que tendrá lugar hoy viernes a las 21:30 en L’Escorxador de Elche. Y justo el día antes, en un pequeño bar de la Plaza de las Flores, con café, tostada y facilidad de conversación, empezamos la entrevista casi sin darnos cuenta de su inicio.
Ya desde el 2011, cuando dio a luz su primer proyecto Suelen los suelos con el apoyo de su hermana (siempre presente en su carrera), Laura dejaba entrever una clara tendencia a los estilos fusionados. Años más tarde, su estancia en el extranjero agranda esta vocación: “Siempre he escuchado música muy variada, pero, es cierto que, a mi paso por Francia, esta variedad se amplía más con el jazz y la música francesa”. Laura bebe también de sonidos latinoamericanos como el candombe uruguayo y la chacarera argentina entre otros, y, por supuesto, del flamenco, ADN de la artista que, junto a su voz de cantautora, lo agita todo en una coctelera efectiva, creando un peculiar sonido de vanguardia y ensueño.
Así nace Maire, un entramado singular donde, entre tantos detalles, podemos señalar el hecho de que Pablo Sacristán ha diseñado la portada del disco y Josué Ronkío sea el productor, amigo con el que hizo la primera maqueta y, según ella, un genio musical; bajista de Ketama, Concha Buika, Raimundo Amador, etc… Destacable es también la aparición de su estimado primo Miguel Campello (cantante de elbicho) en la canción Amor amar: “En esa canción yo dije: aquí tiene que estar Miguel. Y aún estando muy liado tuve suerte. El último día de la grabación me mandó las voces”. Esta noche, en el estreno, Laura contará con un grupo formado por guitarra, bajo, teclado, batería, percusión y coros; más la presencia de dos artistas invitados: Montse Salma (chelo) y Paolo Olivo (acordeón). Respecto al diseño del disco el creador es Pablo Sacristán a partir de los dibujos que hizo la hermana de Laura (Julia Campello). “La intención era conseguir una imagen que reflejara bien el contenido musical del álbum”. Y en mi opinión, así ha sido, porque, sus colores difusos producen un efecto sinestésico que, a golpe de vista, te trasladan a su música, esa que es como un universo paralelo evasivo y opiáceo, vibrante, adictivo, de falso relax. “En la entrevista anterior me han dicho que les parecía balsámica, que te envuelve. Mi música es compleja, yo sé que no es simple. Tiene muchos colores diferentes y me cuesta hacer analogía con ellos”.
Acabando la entrevista, la crítica social llama a la puerta y, ante la pregunta sobre el futuro del estilo cantautor, Laura no se olvida de reivindicar lo difícil que es vivir de la Cultura en este país: “La música no está considerada una profesión. Es difícil tener un estilo propio y, triunfa quien es más producto que quien es original. Trabajas más si tienes un proyecto de versiones que si tienes algo propio. No hay una clase media artística, necesitamos una unificación urgente del gremio para combatir este problema”. Compara a nuestro país con Francia: “En Francia se valora y se cotiza más, y eso te permite sentirte como en un oficio real”. Exige a los ayuntamientos más conciencia: “Yo me encargo de todo en mis espectáculos y, eso es mucho gasto».
Desde los ayuntamientos hacen poco”. Y me confiesa que está harta de eventos benéficos, y que debería existir una gala que se llamase “Apadrina a un músico”. Y después, acabamos y nos levantamos. Y nos hacemos una foto al lado de una torre de libros. Y ya en la calle, nos despedimos y le agradezco el encuentro. Y entonces, yo acabo mi primer día como entrevistador y, ella uno más como entrevistada. Y miro como se va con una enorme guitarra a las espaldas, que simboliza el gran peso de su proyecto y de su extraordinario universo musical.
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