Autor: Nando Arroyo
El pasado domingo 28 de Abril se hacía la última visita guiada, en el Ángel Castaño Art Space (Elche), de la exposición cAlma, que es obra de la docente y artista Eva Mauricio. Después de un mes y una semana desde que se inaugurara el 23 de Marzo, la exhibición dará fin mañana, martes 30.
cAlma es una introspección acuática en todos los sentidos. Un auto-chapuzón. Un viaje al fondo de su misterio (el del agua) que, a la vez, es la esencia del ser humano.
Predomina, en cuanto a materiales, el óleo sobre lienzo y graffiti azul con óleo. Y vemos también cuadros con grafito, técnica de collage e incluso transferencias.
Puestos ya en su recorrido, la exposición sumerge al visitante en un compendio de símbolos, destacando las primeras series, donde seguimos a un personaje que se dispone a lanzarse al agua (atrevimiento que homenajea la vida misma), para luego, dado ya el salto, mostrarnos su mirada desde las profundidades y sin arrepentimientos: “mirar hacia arriba y querer permanecer”.
En el fondo de la piscina está la puerta del reencuentro, la oportunidad para saber quiénes somos. También la perspectiva anterior está presente, la de antes de la inmersión. Se nos quiere hacer ver la dualidad, el arriba y el abajo. En esa dualidad cabe el contraste de las emociones humanas, así como la naturaleza y los peligros del cambio climático que, en una de las series llamada Náufragos, son aludidos mediante la presencia de un iceberg del que sale humo, y que es observado por un adolescente que nos da la espalda reposado en su colchoneta (los cambios bruscos en la adolescencia son otra interpretación). El agua siempre está presente (“todos somos agua”), incluso cuando no lo parece.
En una de las obras de las de menor tamaño (aunque con especial protagonismo en el entramado), podemos ver, aglutinadas, mantarrayas que adquieren la forma de una bandada de pájaros y vuelan sobre la cabeza de una persona (presencia subjetiva del agua). Las alegorías son constantes: saltos, zambullidas, espejismos, naufragios…
Hay personajes ingrávidos que se han entregado al mar y se dejan llevar por la corriente. Algunos de ellos vuelven a necesitar flotador por su período de madurez. Sorprende la presencia de Alicia (la del País de las Maravillas) en uno de los cuadros, con una nube por detrás que dibuja la figura del conejo y, mirándonos desde el borde de una piscina. Alicia está pidiendo que nos lancemos para sabe quiénes somos.
Finalizando la guía, Eva hace hincapié en una obra de contundente anchura donde una chica con pajita absorbe el mar. O lo intenta. El mar está en nosotros con todos sus altibajos. En nuestro día a día podemos sentir sus movimientos.
Y después de varias preguntas y, un debate casi improvisado sobre la importancia del arte en educación, la guía llega a su fin. Al menos, la primera, porque, sobrada de entusiasmo, la autora tuvo generosidad en repetir el paseo para ciertos curiosos y, un servidor interesado en los detalles.
Mañana, martes 30, será el último día de la exposición en el ACAS. De 17:00 a 20:00. Para volver a ver cAlma, tendremos que esperar a finales de Julio. Y la próxima zambullida será en el Aula de Cultura de Águilas, municipio de Murcia.
Deja una respuesta