320 litros de alcohol requisado, 156 actas levantadas (una por cada dos guardias), 3 niñas de 17 años detenidas por morder a la Policía cuando se disponían a requisarles la bebida, un carro (incautado, también) con 50 bocatas de mortadela que pretendían ser vendidos de forma ilegal … 5000 personas (según fuentes del Ayuntamiento) en una fiesta 0.0 en la Playa y 300.000 peregrinos dando color a una jornada en la que enfermeros y basureros han tenido un poco menos de trabajo que hace dos años, en esta edición número 530 de la «Fiesta de la Santa Faz».
Podríamos decir aquello de que pagan justos por pecadores, pero entre las noticias que la semana pasada decían que éramos la segunda ciudad más sucia de España, los datos de comas etílicos de las Peregrinaciones previas al 0.0 y que en 7 días empieza otra campaña electoral y hay que asegurarse determinadas votos, las autoridades hablan de éxito, mientras otros ratificamos que quizá las multas y los controles son la mejor solución para adiestras las conciencias poco educados de una parte de los ciudadanos de esta ciudad.
Quizá los viejos que iban tirando el papel albal de sus bocatas por la Avenida de Denia, también merecieran una recetita de 90 euros, pero eso, mejor, lo dejamos para después de los comicios. Porque hoy lo importante era la tradición y la fiesta, que para una vez que todos los alicantinos, las alicantinas y algún guiri despistado, hacemos algo juntos, mejor quedarnos con lo bueno que con la propaganda electoral. Sólo el Rocío y el Camino de Santiago superan, en número de fieles, esta romería, con esas monjitas que, sin quererlo, se han convertido en noticia y que hoy recibían más de una carantoña de los devotos que aún quedan sueltos por este mundo cada vez más ateo (o agnóstico).
Nuestro Logo, inspirado en la lágrima de la «sábana santa» ha cumplido con la tradición. Y la cerveza nos la hemos tomado, con música, en el Rastro de Benimagrell. No sabemos si las peticiones se cumplen, pero esperemos que el año que viene no haga falta tanta policía para tener cabeza. Y, con ayuda divina o sin ella, esperamos que en estos trescientos y pico días aprendamos a ser un poco más cívicos, que falta le hace a la ciudad y a la convivencia de los que vivimos en ella.
Cerramos con humor… La pregunta de un monologuista autóctono al que le vamos a joder el chiste para el “solo ante el peligro”: ¿tendrán huevos los que hoy se vanagloriaban del “sin” de eliminar las palometas y el patrocinio de Amstel, también, de Hogueras? En 2 meses la respuesta.
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