Cada 4 años asistimos a cambios radicales en el funcionamientos de las Concejalías de Cultura de la Provincia. Con las permutas de personal se repiten los casos de parón para estudiar la situación a la que la nueva corporación debe enfrentarse, la ruptura con gran parte de las cosas que fomentaron sus antecesores en el cargo… hay ciudades que darán un paso adelante, otras volverán a ser un solar rancio y habrá, incluso, algunas que ganarán puntos de gestión derivados de la empatía que hace que (las más avispadas) sepan mantener lo bueno que se hacía y añadir al plan un plus de novedades que los consumidores de cultura agradecemos.
Cada población es un mundo, pero por si se diera el caso de que algún personaje poco docto en la importancia de las artes en el funcionamiento de los lugares, se viera nombrado Concejal de cultura, vamos a facilitarle el trabajo con un decálogo de puntos de partida para los próximos 4 años:
1. Dignificar al artista (y hacerle caso).
Lo fácil es adaptar el MANUAL DE BUENAS PRÁCTICAS que muchos consistorios han hecho propio en el último año. No obstante, la cultura es de los artistas y de los espectadores, por eso conviene tenerlos cerca y conocer, de primera mano lo que piensan, lo que viven y lo que cambiarían.
La cultura es educación, es comercio, es turismo y otras muchas cosas más. Tenerlo claro os ayudará a empoderar vuestra gestión, ganar ocasiones para ser el edil más fotografíado del equipo y mantener un contacto con la realidad que la mayoría de los políticos suelen perder por el camino.
Vosotros tenéis la decisión última, pero técnicos, artistas y público están ahí para ayudaros. Y es «el pueblo» el que os ha puesto ahí. No lo olvidéis.
2. Calendarización
Uno de las grandes ventajas de una Concejalía de Cultura es que tiene acceso a datar todos los eventos que suceden dentro de las fronteras de una ciudad (porque todos necesitan que les des un permiso determinado). Por eso, te aconsejamos que, igual que tienes una Agenda para reuniones, ruedas de prensa y obligaciones, tengas un calendario de eventos, para que, por un lado no se solapen los grandes atractivos de tu ciudad, y por otro para mantener el control sobre lo que te estresa a ti, a los técnicos y funcionarios, y a todos los que tienen que hacer malavares con el poco dinero que tienes y con su tiempo.
3. Pensar en global
Está muy bien lo de creer que la ciudad que «gobiernas» es exclusiva, única y que no hay vida más allá de lo que tú programas. Pero a veces, una buena idea puede irse a la mierda porque coincide en día y hora con una propuesta mejor gestionada por un vecino.
La unión hace la fuerza, y aunque veras que en este mundo las putas siglas y las más putas competencias divididas hacen mucho daño, debes procurar concebir tus competencias como una parte de un mundo que va más allá de tu propia autoridad.
El consejo es que concibas Alicante como una provincia, que tengas en cuenta la importancia de elegir un horario adecuado para cada propuesta, el papel que ocupas en la comarca a la que perteneces y, sobre todo, facilitar que los interesados puedan acceder a los planes propuestos mejorando: la frecuencia del transporte público, la accesibilidad… y todos esos factores que convierten un posible abucheo en una ovación.
4. La Difusión.
Sin medios no hay expansión, y sin divulgación no hay público. Nunca olvides la importancia de los medios, aplicarte en la elección de un buen equipo de comunicación y no descuidar las redes sociales.
Ahhh, y cuidado con esa endogamia que hace que la mayoría de los Concejales de cultura piensen que una única inversión en un supuesto gran medio tiene más relevancia que la diversificación de las noticias. Se tiende a creer que el ciudadano debe buscarlos, cuando la ecuación es justamente la inversa, ni todos «los culturetas» tienen facebook, ni leen un periódico determinado, ni escuchan sólo la radio que más audiencia tiene.
No tardaras en darte cuenta de que mientras más concurrida está una rueda de prensa, más valora tu trabajo la población.
5. La educación.
La cultura es la más puta de las materias «concejaliables». Suele ir de la mano de Fiestas, Deporte, Igualdad, Tecnificación… pero posiblemente, el maridaje más agradecido de las artes es su labor educativa. Veras que la parte más gratificante de tu nuevo trabajo es criar futuros consumidores de cultura.
Es complicado hacerlo bien, pero te recomendamos que seas meticuloso, exhaustivo con la selección y consciente de que no hay que escatimar medios en educar a las nuevas generaciones
6. No infravalores la gestión anterior.
Seguramente, tu primer pensamiento cuando te sientes en la silla de tu nuevo despacho va a ser pensar que eres el puto amo y que los anteriores no tenían ni zorra idea de lo que hacían. Luego verás que el presupuesto no está a la altura de lo que tu ciudad necesita. Se te irán acumulando las visitas, los quehaceres, las exigencias caras (y poco imaginativas) de los que hablan solo de lo suyo… así que antes de que sea tarde, crea tu propio comité de sabios y reúnete con los que te precedieron para saber a qué puedes atenerte, como se hacen malavares y como aprender a no dejar de lado un sinfín de eventos que merecen un espacio en todos esos lugares vacíos que tú, y tus técnicos, debéis llenar.
Tras tus predecesores, haz un balance de situación con tus medios, los locales que debes gestionar, las personas que se encargan de ello… y, muy importante, «los que saben» y te dan contenido, sin costarte un duro (de manera privada).
Entre todos ellos irán llenando el calendario que te hemos recomendado hacer en el punto número 2. Tu trabajo es llenar los huecos que quedan con un plus de imaginación.
7. Lucha por lo que la cultura necesita.
El cometido número uno del Concejal de Cultura es separarse del resto del equipo de Gobierno. No es una cuestión de bordería sino, más bien, la necesidad de tener la perspectiva suficiente para convertirte en representante de lo más importante que tiene tu ciudad: su cultura.
Te adelantamos que es un trabajo poco gratificante porque, por regla general, Cultura es la partida ignorada por excelencia y aunque la lógica dice que tus compañeros de Comercio, fiestas, Turismo o innovación deberían crear sinergias contigo, no suele pasar, por lo que te toca pasar a ser el malo, el que exige, el que reivindica, el que se cansa de pedir… lo que te deja en mitad de un bocadillo entre los que te niegan lo que necesitas y los que no agradecen tus esfuerzos porque siempre les parecen escasos.
8. La cultura es una forma de negocio, de comercio, y de atraer turismo.
Esta será tu frase más repetida de los próximos 4 años. Y a diferencia del 80% de lo que dicen los políticos, es verdad. Algún día el Interventor y los encargados de «presupuestar» los gastos, serán conscientes que en tus manos están gran parte de los posibles ingresos que puede autogenerar la ciudad. Y más en esta tierra de Fenicios y emprendedores.
Por una vez, sé práctico y permite que la gente conozca todo lo que esa exposición genera, la pasta que se deja cada ciudadano en ir al teatro, o a los conciertos que fomentas… y no dejes que se apropien en Comercio y turismo de lo que los consumidores de cultura hacen antes y después de saciar su intelecto. El hotel, la cena y la copa las genera la cultura. No lo olvides y reivindícalo.
9. La Calle, úsala.
Diez meses de sol, Lorenzo en todos los esloganes… pero a la hora de la verdad, no nos aprovechamos de esa circunstancia o acabáis haciendo caso a esos vecinos quejicas que no saben relacionarse con el resto del mundo, pero martirizan a policías, funcionarios y artistas con un bucle de quejas porque un día al año, un grupo de chavales hagan arte en el parque de delante de su casa.
Tenemos parques, tenemos playas, tenemos plazas, calles muertas por revitalizar, paredes que pintar y kioskos que llenar. Ahhh y artistas para llenarlos hay de sobra, así que no desaprovechemos el sol y la playa, o mejor, reutilicémoslo.
10. La Modernidad.
Para empezar, los toros no son cultura, o más concretamente, la fiesta no es cultura. Es importante diferenciarlo. Tu concejalía es el epicentro de la modernidad, así que no la cagues importando un viejo concepto de lo que otrora fue considerado arte.
Hay que saber adaptarse a los nuevos tiempos, innovar y pensar que la cultura es el paso previo a cristalizar el futuro. Investigar es sencillo, no hay más que viajar un poco. Destinos no te faltarán porque los que saben vender bien sus virtudes, invitan a todos los que pueden subirse a la ola, y en esa ola se devuelven visitas, se abarata el contenido con multicontratación y se descubren nuevos lenguajes.
Más que una cuestión de volverse loco es escuchar lo que el mundo demanda, o va a reclamar.
Lo demás depende de tu trabajo, de tu dedicación y de lo bien que acabes llevándote con las personas que van a rodearte, exigirte y ayudarte.
Tano León dice
Ya veremos qué pasa con Alacant Desperta. No creo que lo vayan a eliminar (de momento) pero es posible que lo quieran hacer suyo y transformarlo a su antojo hasta convertirlo en algo que no es.