¿Ser monárquico te excluye criticar las chorizadas del “Rey Campechano”? Puedes ser fan de Taburete, sin obviar que son gilipollas por recomendar ir sin mascarilla. Sin ir tan lejos, resulta curioso ver como los partidos tienen diferentes puntos de vista para ensalzar actitudes estúpidas, que en el bando ajeno, se enjuicia negativamente hasta límites insospechados.
Todos tienen lo suyo. Así, si fueras muy socialista, tendrías huevos/ovarios, para reconocer que con silencio, pocas elecciones van a ganar en Alicante. Si eres de Compromís, a lo mejor, algo hay que decirle a Mónica Oltra y sus funciones no cumplidas durante la pandemia. Lo mismo pasa en el PP con la incompetencia de la señorita Llopis o lo poco que da de si el rollo fester del amigo Manolo, cuando hay que gestionar seriamente el dinero público o en Podemos con la estupidez del aire acondicionado micromachista, o, para no ser menos, la vicealcaldesa influencer y su aburrimiento durante la pandemia o el nuevo portavoz, que, tras un año de silencio, ahora ha aprendido a hablar..
Se llama autocrítica. De hecho, defender lo indefendible deja en muy mal lugar al que lo hace. Hay que tener visión más allá de las siglas. La pertenencia, en realidad, debería partir de la coherencia. Y si todos pusieran ese ojo crítico al servicio de lo propio, ganaríamos todos, porque perderíamos menos tiempo, aunque sólo fuera porque el proceso de selección, como ocurre en una empresa, sería algo más serio..
Por desgracia, la mediocridad impera en todos, sin excepción y el listón de exigencia no es el mismo cuando se mira para dentro y cuando se mira para fuera.
Una pena.
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