La conselleria de Educación ha anunciado la prohibición del uso de teléfonos móviles en colegios e institutos, una medida que entrará en vigor este lunes (06 de mayo). Según explicó el conseller José Antonio Rovira en una rueda de prensa, los estudiantes podrán llevar el dispositivo al centro, pero deberá estar apagado.
El objetivo de esta medida es que los alumnos dejen de estar pendientes del móvil durante la jornada escolar, ya que se ha demostrado que su uso sin supervisión puede ocasionar dificultades de aprendizaje y problemas de convivencia. El anuncio se realizó en el Día Internacional contra el acoso y el ciberacoso escolar, y tras presentar los resultados del programa Contexto, una evaluación que la Generalitat ha realizado a 220.000 estudiantes de distintos niveles educativos.
Los resultados muestran que la mayoría de los estudiantes utiliza el móvil más de dos horas al día, superando lo que la OMS considera como un uso «saludable». Uno de cada cuatro estudiantes de 4º de ESO pasa más de 3 horas al día frente a la pantalla del teléfono. Aunque la mayoría de los centros ya tenían prohibido el uso del móvil en su reglamento, ahora esta medida se hace extensiva a todos.
Evidencia científica
Tanto Gálvez como Rovira han fundamentado esta decisión en la «evidencia científica» proporcionada por los datos de la encuesta, que revela que un 8 % de los estudiantes de 3º de Primaria pasan más de tres horas al día utilizando el móvil. «¿Qué hace un niño de 3º de Primaria con un teléfono móvil? Que alguien me lo explique», expresó el psiquiatra.
Esta medida no es la única anunciada este jueves, ya que el conseller subrayó que no se trata de una decisión en contra de la tecnología; por el contrario, se permiten las actividades didácticas con el móvil en el aula.
Además de la prohibición, se ha informado sobre la creación de unidades de detección precoz para estudiantes de entre 6 y 16 años, con el fin de orientar al profesorado y abordar posibles adicciones o situaciones de acoso en el entorno escolar. Se trabajará también en la reducción de la burocracia, una demanda histórica de los orientadores en estos casos. «Esta unidad no será temporal, queremos que sea una estructura permanente. Es crucial detectar los casos lo antes posible, y para ello es fundamental la formación del profesorado», señaló Gálvez.
El enfoque no se limita solo a detectar casos de acoso escolar y ciberacoso, sino que también aborda las autolesiones e intentos de suicidio. Se programarán formaciones para docentes, impartidas por las sociedades científicas de psiquiatría y psicología.
Respecto al uso del móvil, la edad juega un papel fundamental: los más jóvenes lo utilizan principalmente para juegos en línea, mientras que los estudiantes de 4º de la ESO o Bachillerato pasan más tiempo en las redes sociales. Sin embargo, muchos de ellos pasan más de tres horas diarias frente a una pantalla. La encuesta muestra que este comportamiento es del 8 % en 3º de Primaria, 18 % en 6º, 23 % en 4º de ESO y 35 % en FP Básica. En 2º de Bachillerato, el tiempo frente a la pantalla es considerablemente menor.
La directora general de Innovación Educativa, Charo Escrig, presentó algunos datos de la encuesta, destacando que los casos de acoso escolar y ciberacoso se han duplicado desde 2019, con muchos casos ya registrados en Primaria.
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