Los jueves son días extraños, unos se tumban en su sofá a ver «Cuéntame», otros dejan su cerebro a merced de ese circo llamado fútbol. Hay quien aprovecha para empezar el finde, tomarse unas cervezas, quedar con sus amigos… o hacer todo eso y acabar viendo a Alondra Galopa en el Euterpe.
La pereza es un mal demasiado extendido en Alicante. Quizá por eso, la centralización cultural haya agotado las posibilidades de lo que, en otras ciudades, es algo normal: moverse a ver un concierto, o a ver una obra de teatro al extraradio, los barrios o los pueblos colindantes.
Pero bueno, la historia no se cambia en un día y confiamos en el refranero para que l@s sabi@s de la terreta, que son muchos, rectifiquen. Mientras tanto, os contamos una noche de jueves de psicodelia granadina.
Mientras los mayores se quejan de agotamiento, niños de apenas 10años, se motivan y dan saltos dignos de los punkis de los tiempos mejores del carrer Dr Iborra. Esta vez el formato del concierto fue algo diferente a aquella presentación del «Ni fuimos, ni somos, ni seremos héroes» de la última visita de los granadinos a Alicante.
Han pasado ya unos cuantos meses, y la atmósfera de aquel momento, ha dado paso a una regeneración con distorsión más propia de Dinosaur Jr que hace que el repertorio, muy completo por cierto, acabe siendo una especie de versiones shoegaze de La Buena vida.
Nos faltó el cover de «Starman» de Bowie, pero entendimos que el formato era diferente, y que esta era más una noche de «Palabras sucias«, sin «ley de la gravedad» y con»héroes» capaces de ahorrarse las escusas para no acudir a esta cita Pay after show.
Parafraseando la canción, no había «un lugar (más) perfecto» que el Euterpe para todo esto. Ser independiente, en los tiempos que corren, y hacer lo que te sale de los cojones (o de los ovarios) es un don que no se valora como se debería. Y como dijo Mónica a lo largo de la actuación, «más vale ser pocos, si estamos bien avenidos».
Si has amado el punk, es difícil no tener «secuelas». La vida puede dar muchas vueltas, pero siempre hay algo que hace que la esencia no se pierda del todo. Después del nuevo hit «palabras sucias» y el menos nuevo «a ninguna parte» esa esencia quedó representada por el sudor de Juan A. Salinas, mientras nos pasaba los 3cd´s de la banda, sus ilusiones, su cara de parada al darse cuenta de que en apenas dos días se iban a recorrer el levante entero hasta Barcelona. Seguro que allí, saben apreciar, aún más, la calidad que tienen.
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