El 30 de enero de 1969, 4 locos de Liverpool decían adiós, desde la azotea de los míticos estudios Abbey Road a 8 años de intensa carrera en la que publicaron 12 + 1 álbumes de estudio. 22 sencillos y dieron cientos de conciertos por todo el mundo.
Ellos eran los Beatles, el grupo más influyente que ha existido y existirá.
Nunca estuvieron en Alicante, físicamente, pero la música de John, Paul, Ringo y George sí que llegó aquí(como a todo el mundo). Y más de 48 años después de aquel épico día, temas eternos como «She loves you», «Help», «I want to hold your hand», «Michelle»… consiguieron algo inaudito por estos lares: Llenar una plaza alicantina de gente.
La excusa era el décimo aniversario del Concurso de Fotografía del «otoño fotográfico en el casco antiguo de Alicante». Una exposición, un mercadillo solidario, un curioso hombre con un sombrero negro, una cámara colgada y acento andaluz… y «el boca a boca», por fin, funcionando en la ciudad de la luz (y del silencio).
Sobre la azotea, The Liverpool Band, que no son los Beatles, ni siquiera tienen el característico pelo largo, ni la irreverencia. ni un John que diga que son más populares que Jesús, ni una Yoko, ni una Stella. Simplemente, hacen una cosa: recordarnos, lo mejor que saben, un sonido simple, que no pasa de moda. Y éso no es fácil. Porque elegir 20 canciones del repertorio de los Beatles, no es una tarea sencilla: «Sgt Peppers Lonely Hearts Club Band» «Revolution», «Yesterday», «Hey Jude»… dejar fuera, «Here Comes the Sun», «Twist and Shout», «With a little help from my friend», «Lucy in the sky with diamonds»… que más da.
Los niños bailaban, quizá entendiendo que ésto es música y no el reggetón con el que los taladran en la televisión. Los áticos y los balcones, estaban llenos de locos, y locas, pasando un domingo alternativo en una plaza en la que, hubo homenaje sentido a Chiquito, versión improvisada de «La manta al Coll», un espontáneo a punto de matarse, gente de todas las edades, de diferentes lugares, frikis con camisetas desteñidas, Boy Scouts, alumnos de colegios de monjas con profesores «McCartneys», ambiente de fiesta… si los vecinos y los bares que rodean esta plaza fueran más avispados, tendríamos música aquí todos los sábados. Porque la música es vida, y puede ser negocio, un atractivo turístico y un motivo de diversión más atractivo que el jodido tardeo. En Alicante hace sol incluso en los meses de frío y aunque no suenen canciones de los Beatles, se agradecen esquinas en las que la música en directo tenga cabida.
Quizá la frecuencia y la continuidad, sean la mejor manera de correr la voz. Tal vez no haga falta esperar todo un año, ni un concurso de fotografía, ni una escusa, ni una grúa para subir a los artistas a la azotea del Claustro. El caso es que los que dudan de la vida cultural de esta ciudad, deben callar hoy. Porque cientos de personas llenaron una plaza del barrio de Alicante por segundo año consecutivo y no fue para emborracharse, sino para escuchar música.
Esperamos que no sea la última vez…
Juanvi dice
Estuve el domingo .Fue una
!pasada!!!!!!