En la oscuridad, siguiendo un camino de velas, lejos de la contaminación lumínica y con unos cuantos relámpagos amenazando en el horizonte, un 26 de agosto, llegamos a #busot .
En estos tiempos de gasto energético desmesurado, una se puede divertir con música sonando a la luz de las velas, comiendo almendras recién partidas y combinando tormentas de fondo, con el color de las estrellas que las farolas y los focos de tu coche no nos dejan ver.
Las cámaras de los móviles son incapaces de captar la magia de la tercera #nitdelsciris. Al fin y al cabo, no todo lo envidiable puede (ni debe) ser fotografiado. Pero la cosa es intentar convenceros para venir el año que viene
Larga vida a la #nitdelsciris de Busot.
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