Ser alternativo de boquilla es fácil, pero llevar una ilusión a la realidad lleva detrás una acumulación de trabajo y de estrés que espero que no se notara en la tarde del estreno de lo que pretendemos que sea el vínculo de unión de la Cultura alternativa de Alicante: GUANACO EVENTS
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Somos tres, pero detrás hay mucha gente poniendo en marcha sinergias que nunca se habían dado en esta ciudad, ni en esta provincia. Y si de algo me siento orgulloso de lo sucedido el viernes, es de que todos, y todas, las presentes, se dejaron las etiquetas en casa y, por un día, fuimos una comunidad cultural y alicantina.
De ella, sin cuentas que rendir a nadie, espero que salgan vídeos, fotos, una mejor comunicación, trabajos conjuntos y transversales y muchos eventos programados en los 160m² de la Calle Presbítero Baltasar Carrasco, 3.
Como pudieron comprobar los asistentes, hay sitio para música en directo, paredes para exponer, espacios para vender, para charlas o talleres. Además, pretendemos adaptarnos a todas las necesidades que nos vayáis escribiendo en el correo guanacoevents@gmail.com.
Cómo ocurrió el viernes, la idea es que todos los monólogos manidos y las individualidades encuentren un vínculo de unión desde el que iniciar un camino conjunto que nos vaya ayudando a todos a poner en valor nuestras capacidades.
Podemos hacer ésto que hicimos con uno de nuestros primeros protagonistas (Sebastián Legovich):
Podemos producir, comunicar, ayudarte con las redes sociales, hacerte fotos profesionales (como esta de @lafinafotografia)…
O que tú aportes tu granito de arena al que necesita un dj, una ilustración, un artista para su fiesta, un tema interesante para un taller, o una charla… o lo que sea.
Al final, aparte de la precariedad, el gran mal del ente cultural (no público) de esta provincia es LA SOLEDAD. Siempre nos falta dinero y nos falta tiempo. E igual, partir de tener un espacio multidisciplinar, sin etiquetas, es un buen punto de partida para todo lo demás.
LA FIESTA, EN SÍ.
Artistas de diferentes disciplinas se dieron cita en la «sesión de fotos» más alternativa que nunca vio Alicante. Un sitio poco acostumbrado a que la música en directo, o el arte, formen parte del atrezzo de la diversión.
Los presentes (músicas, creadores, escritoras, monologuistas, periodistas…) tenían ganas de hablar, pero, también, de saber. Un pasillo largo separa la puerta del meollo de la sala. Hay sofás, sillas vintage, refrigerios para aderezar la conversación, unas palomitas a cuenta de la casa y rastros de talento en cada esquina.
Dj Waldo Session enciende sus altavoces. –«Esta música no se escucha en otro lado»- comentan en esa mitad del pasillo en la que tienen lugar las primeras presentaciones.
Más que fiesta es un lugar de reencuentros. Y a mi yo más introvertido le llama la atención que haya habido relaciones socio-culturales previas entre gentes tan dispares. El ambiente es positivo, aunque es evidente que debería haber más consonancia entre el ingenio y las capacidades que fluyen y lo que debería haber en las cuentas corrientes de la creme de la creme de la cultura underground de La Terreta, la movida alicantina, o la denominación que le encontremos a esto, cuando deje de ser un cúmulo de agudezas sueltas.
En la distancia, esto es una estampa admirable. Una especie de relato del presente. Con ausencias notables, obviamente. Pero con dos certezas respirables: Una que la gente quiere un cambio. Y dos, que este podría ser un momento preciso para llevarlo a cabo. Porque hay diversas corrientes fluyendo, propuestas que van cumpliendo años y mentes hiperactivas que buscan soluciones a los muchos problemas que vivir de la cultura genera.
Mi charla no es lo contundente que debiera, porque el estreno tiene cosas como que la proyección no funcione. Pero si de algo sabemos los culturetas, es de adaptación al medio. Improviso. La gente pregunta. Y es obvio que quedan dudas, que hay matices por pulir y que nos quedan muchos abrazos que darnos entre nosotr@s (que es para lo que hemos montado cuatro citas más).
Unos van, otros vienen… y el espacio sigue más lleno de lo que nuestras previsiones más optimistas decían. Las conversaciones siguen cruzándose. Se generan debates, preguntas… y a falta de proyector, Las músicas del mundo de Sebastián toman el relevo.
Legovich es un talento en si mismo. Pero el don de hacerte viajar, a través de la música es un don único. Canta en euskera, en albanés… una chica se ríe, otra evidencia que sus gustos van por otros lares. Pero hay respeto. Y eso es algo bueno. Y necesario.
La gorra debería estar más llena. Y todo llegará. Pero el «desestresamiento» ha sido ideal para ser conscientes de que la fiesta no acaba ahí. Waldo Session retoma los mandos con un aire un poco más caribeño. Hay hora tope, así que al son de una joven diabla el baile y las palabras siguen mezclándose.
Ha sido un buen comienzo. Eso está claro. Faltan muchas cosas. También es obvio. Pero a veces, viene bien que todos esos buenos propósitos que acumulamos cuando empieza el año, tengan cierta continuidad y vayan ligados a nuevas ilusiones.
Todas tenemos cosas que queremos cambiar. Normalmente, no sabemos cómo. Y ahí, quizá, este primer akelarre improvisado tenga un pequeño hueco en la historia que Alicante, y su cultura, llevan un par de lustros, o tres, escribiendo.
No pretendemos cambiar el mundo, pero sí impactar en unas cuantas vidas. E igual, el hecho de iniciar un «queseyó», es la mejor manera posible de que dentro de cuatro viernes sintamos algo de orgullo de habernos juntado para ésto. Lo que es obvio es que seremos más de tres y que nos conoceremos un poco mejor. Y eso, es una buena manera de empezar…
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