El ejemplo a seguir: 114€

La Unión Estatal de Músicos, Intérpretes y Compositoras lucha por poner fin a los atropellos que sufren los artistas de este país, en el que hay un convenio para los jardineros, otro para los electricistas, incluso los políticos tienes sus varemos salariales… pero los artistas hay están: muertos de hambre e incitando a la mala interpretación del amor al arte.

Pues bien, ya hay un ejemplo al que agarrarse, bueno, en realidad, hay varios: Madrid, Barcelona, Valencia o Valladolid han asumido el compromiso de no contratar a músicos en negro (que siendo instituciones públicas parece algo lógico), pero, a partir de ahora, tampoco les obligarán a darse de alta (de mala manera) para dar un concierto, ni ningunearán los talentos diversos de los profesionales (sí, profesionales), con la aprobación del Manual de Buenas Prácticas promovido por la Unión Estatal de Músicos, Intérpretes y Compositoras. Un alegato a la dignidad sustentado en las bases del  SMAC! (Sindicat de Music i Artistes de Catalunya), el sindicato CNT Gráficas o el SIMUV en Valencia.

También se han unido a esta «nueva corriente», empresas privadas como Jager Music, festivales como el Villa Manuela, el Low Festival, el Tomavistas o el  Madrid Rumba Festival o la Plataforma de Arte contemporáneo que se comprometieron a ofrecer unas condiciones dignas a los músicos que hasta ahora estaban desprotegidos y trabajando como falsos autónomos.

114,16€  por músico, es el mínimo establecido por un principio que rompe con todos esos clichés establecidos que condenan a la indigencia y a la incertidumbre a miles de artistas de este país. El Real Decreto 1435/185, establece que «entre la promotora y el músico hay una relación laboral», por lo que la organizadora debe asumir las altas en la seguridad Social. Por no hablar del precedente, en forma de Convenio de Salas de Fiestas, Baile y discotecas,  aprobado el 13 de febrero del 2017 por las organizaciones sindicales FeS-UGT y FSC-CC.OO., CONARTE y Unión de Actores, que establece unos criterios mínimos, ya no sólo para músicos, sino para clowns, monologuistas, solistas… y demás agentes relacionados con la cultura, como podéis leer AQUÍ. 

Así pues, en Alicante Live Music hemos decidido liarnos la manta a la cabeza y en los próximos meses trataremos de mediar entre músicos/artistas, Instituciones, medios de comunicación, promotores y salas de conciertos para que en la Provincia de Alicante, la precariedad artística pase a mejor vida y creemos algo parecido a lo que ha surgido en ciudades como Gijón.

Calculamos que nos costará un año redactar un borrador, investigar los defectos del sistema y buscar un remedio, pero aquí dejamos constancia del compromiso. Y, de momento, reactivaremos la Comisión de música del Consell de Alicante para tratar el tema y nos sumamos a la iniciativa de este viernes en Valencia para exigir la aprobación inmediata de la modificación de Ley de Espectáculos 14/2010 en Les Corts.