Parece que el Concejal de Cultura de Alicante, Antonio Manresa, sí que sabe hablar cuando sale de Alicante. De hecho, en Fitur, rodeado del alcalde y la vicealcaldesa, hasta parece intentar ser algo más que el cero a la izquierda en el que ha convertido la cultura de Alicante en los 6 meses que lleva en el cargo.
Aunque el mono se vista de seda, mono se queda. Y cuando una corporación pasa olímpicamente del arte, de la música, del teatro y de todo lo que huela a cultura, ni siquiera una excepción con foto y mucho aire postureta en Madrid puede evitar el bochorno de la ignorancia, vendiendo una Lonja en horas bajas, que ha pasado de ser el centro neurálgico de los artistas emergentes locales, a albergar chorradas tales como una exposición de Van Gogh, sin cuadros de Van Gogh y otra del Titanic, de la que han tenido que contar hasta las visitas escolares para maquillar los datos de asistencia.
Pues en eso nos hemos convertido… una ciudad que presenta como gran aliciente artístico una exposición de piezas de Lego y otra de Andy Warhol, sin obras de Andy Warhol (claro).
El acabose es escuchar al alcalde decir frases tipo «la cultura es un eje fundamental, es lo que te permite dar el salto de calidad en todos los sentidos, y por ello apostamos por una oferta cultural potente para la atracción de visitantes». ¿Qué cultura? ¿Los Legos? ¿Los Clicks? ¿las mascletás que se cargan la fuente de Luceros? ¿el inminente escándalo de la «no compra» del Ideal? y para completar el surrealismo, llega la vicealcaldesa Instagramer a hablar de todos los lugares públicos que «programan cultura», entre comillas, porque sin directores, ni cabezas visibles en la mayoría de ellos, se están presentando (los que los presentan) programaciones de sobras, obras que ya han pasado hasta 10 veces por teatros de la provincia, o actuaciones previsibles de lenguajes anticuados que poco se corresponden con la imagen de modernidad que para otros aspectos han pretendido vender en Fitur.
Joder! si no fuera por la imaginación de los entes privados casi arruinados, esta ciudad, a día de hoy, sería un páramo cultural y van vendiendo motos por ahí, como antes hicieron con la Ciudad de la Luz sin tener ni puta idea y malgastando el dinero vendiendo humo en vez ayudar a despegar los proyectos que los artistas y los gestores culturales de esta ciudad están proponiendo.
Vergüenza debería darles ver que desde que Dani Simón dejó la concejalía no ha habido ni una sola propuesta innovadora por parte de Cultura. Ya no hay plan, las cabezas visibles se han largado por falta de medios y de protagonismo de la cultura y se atan a Coca Cola o a Arthemisia porque ellos no tienen criterio para montar nada.
Lamentable que para una cosa cultural que quieren vender en Fitur, hagan el ridículo de esa manera y dejen a una ciudad con tanta creatividad, en ciernes, huérfana de apoyos, de espacios y de figuras públicas que los representen .
es que de donde no hay no se puede sacar o com diem nosaltres, on no hi ha no es pot traure