El postureo, ese mal endémico de Alicante, volvió a fastidiar, por no decir joder, una bonita tarde de conciertos en esta ciudad. Lo dijeron los Niños Mutantes, que de esto de los directos saben un rato, y lo pensaron los Metallica, digo, los Monserrat y tod@s l@s que nos pasamos por el Classic a ver el tercer acto de los conciertos de las dos que organiza la cerveza Alhambra.
Señores (y señoras) hemos tenido la enorme fortuna de entrar en un saco de ciudades como Murcia, Valencia, Barcelona y Granada, nos traen gratis a grupos como Eskorzo, Flyingpigmatanza o Napoleón solo y nos regalan un plan para montar una frontera entre la monotonía y el fin de semana y ¿lo pagamos así?
Si queréis hacer el gilipollas, berrear y emborracharos, ya tenéis el tardeo todos los sábados o, como sugirió Juan Alberto Martínez: la puta terraza. Pero cuando un grupo suena, se llame Niños Mutantes, Monserrat o la banda del barrio: ¡Silencio! y los más importante: ¡Respeto! para la banda y para el público que sí que tiene ganas de escucharla.
Parafraseando la canción de Monserrat: ¡Qué pena da! que un grupo autóctono venga a presentar su nuevo EP y no se oiga, ¡Qué rabia da! que para una vez que podéis retrotraeros de la falta de calidad y de criterio tengamos que escuchar vuestras gilipolleces más alto que las maravillosas letras de «la chica del hombre palíndromo» o «elige tu propia aventura» (o las que tocaran, porque con tanto ruido no había dios que escuchara) ¡Qué raro es! que sigáis sin daros cuenta de que beber cerveza es el complemento, no el fin. Luego seréis los mismos, los que digáis que en Alicante no se hace nada y ¡Qué miedo da! que grupos que vienen con la mejor intención se lleven la impresión que se llevaron uns granadinos que llevan más de 20años viajando por el mundo con su música.
El concierto de Niños mutantes empezó enseñando «la puerta» a esa panda de mal educados. El talante de una larga trayectoria, hace que haya repertorio, incluso, para los que deberían estar en otra parte… quizá hubiera pegado más el «te favorece tanto estar callada», pero tras la, pertinente, cuña cervecera, empezamos a confundir a los niños y las mutanciones. Con «hermana mía» nos acordamos de Dorian, como minutos antes algunas fan´s acérrimas se habían acordado de la cercana noche de la Riviera. Luego «las noches de insomnio» se aferraron a la memoria de los mil y un festivales en los que hemos saltado hasta desfallecer con estos tipos.
Nos fuimos lejos, hasta el 2008, cuando «todo es el momento» apareció de repente, y volvimos a silbar canciones como «no puedo más contigo». El tiempo ha desvelado incógnitas y se ha tragado peros, idas y venidas, y ahí siguen los mutantes, con más arrugas y los mismos «huesos».
Tuvimos que pedirnos otra cerveza para sobrevivir al contoneo sabrosón de Nani Castañeda «percusionando» la equivocación mutante más repetida entre los locos «errantes» de esta aventura. Y tras el penúltimo speach de crítica a l@s mal educados, alzamos «la voz», y nos quedamos con el estribillo de la última canción: «Todo va a cambiar» repitiéndose: «el futuro ha llegado a esta ciudad», aunque haya cosas que cambiar (y suprimir), esperamos que la siguiente vez que los mutantes vuelvan a visitarnos hayamos aprendido la lección.
Carolina jara dice
Buenísimo artículo enhorabuena, si queréis compartir festivales, notas o info y colaborar con una no revista digital que quiere hacer las cosas bien, comunicaros con info@laflamasantapola.org Queremos crecer, queremos aprender.
Un abrazo
Carolina
http://www.laflamasantapola.org
Alicante Live Music dice
Gracias. Somos muy fan´s de la flama 😉 opinar es vivir
Unknown dice
Buen articulo y grandes los Monserrat, por cierto es "La chica de nombre palindromo" jejejeje