El alicantino medio, tiene dos costumbres adquiridas antes de ir a cenar: unos apuran y llegan a la cita con sus amigos media hora más tarde, y están los que quedan antes, prefieren tomarse unas cervezas vociferando en Castaños que, por ejemplo, ir a ver a Víctor Lemes, reírse, ver un buen concierto… y luego cenar.
Lección aprendida. La excusa de «no hay nada que hacer», traducida a la realidad es «me da igual lo que haya, porque yo voy a seguir bebiéndome mis cervecitas». Opción respetable, pero argumento perfecto para callar al extendido quejica mentiroso que prefiere tener la excusa, que probar cosas nuevas. Y no lo digo por Lemes, porque pasó lo mismo en el concierto del Pez Mago, en el de Full, en la inauguración de la exposición de Gordillo, en la jam Poética del Refugio… vamos, que podemos tener 100 opciones culturales diferentes y la gente seguirá tomándose la cerveza en Castaños.
Iván Serrano se reía el otro día del comienzo de nuestro programa de radio, cuando dijimos que el problema de la cultura alicantina es que «el público no está a la altura». Otros no se lo tomaron con tanto humor y nos mandaron mensajes privados que preferimos no reproducir.
La realidad, les guste o no a algunos, es que tenemos razón: El público de Alicante es una puta mierda. No tiene interés ninguno por la cultura, es más, se piensan que la cultura es salir en Hogueras, o ver un concierto de Lori Meyers, o ver una peli comercial (con palomitas, nachos y coca cola) en el cine, ir a un Festival, o decir que te gusta Izal, cuando en realidad te gusta «la mujer de verde», de hecho, aunque nunca lo reconocerías en público, te gusta tanto como «el despacito», pero lo dices porque suena más chic y moderno decir que eres indie que reguetonero.
Luego están los defensores de una causa concreta: yo soy punk, pero no voy a un concierto de rock ni aunque me paguen (y viceversa). Están los elitistas, esos que llenan el Teatro Principal, pero nunca irían a la casa de cultura de Sant Joan, porque está lejos, o porque la compañía que allí actúa no tiene 700€ para gastarse en publicidad en la sección de deportes del periódico más leído, o para aparecer en las banderillas de las avenidas más importantes de la ciudad de Alicante.
Las cosas «de clase (cultural) media» que se programan, por ejemplo los conciertos del Fuzzville en Stereo, tienen un 50% menos de público que en el resto de ciudades de la gira. La asistencia a las programaciones de eventos locales se limitan a los amigos del artista y los feligreses de la sala en cuestión. Los más jóvenes, ni están ni se les espera, los cuarentones, ponen la excusa de los hijos cuando el 80% de las cosas que se organizan son aptas para niños… y el acabose es que ni siquiera los propios artistas se molestan en ir a ver eventos que no forman parte de su círculo cultural cercano, eso sí, después te llenan el whatsapp de publicidad de su recital de siempre, en el bar de siempre y pasa lista, ¡eso que no falte!
¿Qué nos queda? Unas cien personas inquietas (de 300.000) a las que hay que convencer para que elijan entre un menú de más de 50 opciones diarias de cultura. unas 500 personas que sólo consumen cultura elitista en el ADDA o en el Teatro Principal. Cinco o seis mil borregos que utilizan determinadas fórmulas de cultura (de masas) para divertirse de otra manera y un 80% de la población que no consume absolutamente nada de teatro, literatura, danza, música… eso sí, si les entrevistáramos, dirían que ellos tienen mucha predisposición, pero que no hay nada que hacer y que la dos es su canal fetiche.
Seguramente, ha llegado la hora de invertir más pasta en educar, que en programar. Porque, a día de hoy, organizar un concierto, o ceder tu local para una obra de teatro es una auténtica ruina (a no ser que des con ese artista sin escrúpulos que no cobra por escenificar su «talento»). Mientras no haya criterio y mentes abiertas, de poco vale traer a un tío que la peta en Madrid, Barcelona, Valencia o en Murcia, si no sale en la MTV (o en el programa de Buenafuente). Si no hay ansia por probar, el riesgo y la apuesta por la cultura, se traduce en perder 100€ cada viernes, otros cien el sábado, 800 al mes, casi 10.000€ al año ¿quién puede permitirse eso? Obviamente, eso no le preocupa al que se va a tomar la cerveza en Castaños, pero a lo mejor, sí que debería dar que pensar al punky que no quiere dejar de hacer pogos cada jueves o al artista que quiere tocar en algún local fuera del que toca 69 veces al año. Si no hay solidaridad entre artistas y público, si no hay difusión, si no hay riesgo a divertirse de otra manera, apuestas a largo plazo, gasto y consumo ¿cómo vamos a dejar atrás la precariedad que nos acecha?
Sin público no hay cultura, o sólo hay cultura elitista. Y obviamente, no vamos a convencer ni a las instituciones ni a las empresas privadas para que inviertan en una apuesta deficitaria y sin público suficiente. Por otro lado: sin base, no hay futuro. Por lo que apoyar las iniciativas, o aprender a valorarlas es la única manera de que la rueda pueda seguir girando. La duda es si hay un interés real en que eso suceda, o hay que dar por perdida a esta generación de pasotas acostumbrada a gastarse cincuenta euros en cubatas y cero en conciertos, teatro, cine… La duda, tiene cada vez una respuesta más evidente… aunque nuestro trabajo es intentar seguir tratando de convenceros.
Para todo lo demás, sois vosotr@s mism@s l@s que tenéis que decidir que clase de futuro queréis para vuestra ciudad… a ver si por una vez nos calláis la boca con argumentos.
Tano León dice
Hace años nos quejábamos de la poca oferta cultural de Alicante. Hoy, la realidad es que no hay público activo para tanto evento. Viva el botellón.
Ros dice
la web mas leida de la provincia
Paquito el chocolateto dice
Igual es que vuestras propuestas son una puta mierda de unos payasos snoob y solo le interesan a 100 pringados. Tal vez el problema seáis vosotros: los mega guays. Bueno, me voy a tomar unas cervezas a Castaños
Pepito el de los palotes dice
Con los otros 100 pringaos/mataos de castaños? xD
Igual vuestra propuesta de castaños es una puta mierda (que lo és). Ahora lo entiendo, es ese grupo social que necesita ser aceptado por una mayoría y todo lo que no es mirarse al ombligo les resulta «raro», «pasado de moda» o «friki». Si…. Es super guay irse a castaños a beber cerveza de mierda, hablar de gilipolleces y pensar en solo follar para acabar una noche redonda… xD. Me da a mi que ese público no lo quieren en los conciertos, teatros o cualquier evento cultural. Bajaría el coeficiente intelectual de la gente que sí va a los eventos!
Mighty dice
Tómate mejor un chocolatito en lugar de esa cerveza que igual te sienta mejor y te alegra el humor… vaya tela!
Rafael dice
La mal llamada oferta cultural son grupos o solistas a los que conocen cuatro y que no llaman la atención. Que traigan, por ejemplo, a la Chim Pam Pim Band a la que no la conicen ni en su pueblo, pues evidentemente no va nadie.
Alicante Live Music dice
Justamente ese es el problema ¿quién te dice lo que es conocido Instagram, los 40 principales? ¿ser conocido es ser bueno? el desarrollo de la cultura se basa en la «necesidad» de experimentar cosas nuevas, en tener curiosidad, y el problema es que aquí no hay curiosidad más allá de lo que ya viene manido de otros lados.
Un saludo
Daniel dice
Es absolutamente lamentable la afirmación vuestra de que el público de Alicante es una puta mierda. Al final la falta de financiación de la cultura por parte del Ayuntamiento, la Diputación y especialmente la Generalitat carece de importancia. La programación penosa, realizada sin apenas presupuesto, donde prima más la cantidad que la calidad, tampoco merece vuestra crítica. Al final la culpa la tiene el público, que es lo bastante inteligente como para no perder su tiempo con ofertas mediocres.
La educación cultural, por otra parte, se hace ofreciendo cultura de calidad.
Alicante Live Music dice
Claro. Entonces, lo que es una puta mierda son las 200 cosas que se programan cada semana ¿no?
auxilio dice
Claro. La gente es tan selectiva, entendida y goza de un criterio tan elitista que el 98% de propuestas les saben a poco. En su lugar matan ese gusanillo tan intelectual en el futbol, las mascletas, los toros, el mercao y despues Castaños.
Gente con esos gustos complejos y rebuscados no pierden el tiempo con programaciones de segunda. Pero bueno, siempre tendran telecinco.
Javier dice
¿Os habéis quedado a gusto con los estereotipos eh? Ahora resulta que todos somos unos lerdos que estamos viendo los toros domingo sí y domingo también, enchufados a Telecinco entre semana y de tardeo hasta morir porque no aparecemos por esos conciertos «únicos y valiosísimos» que sólo vosotros sabéis apreciar y que sí, oh Dios, esos sí que valen la pena. Perdonadme si no me gusta el indie (esa mierda de género enlatado donde todo está ecualizado como el ojete y los señores que «cantan» no saben cantan pero eso sí que recitan letras pedantes y exóticas para dejar aleladas a las masas sedientas de ser diferente y guay. Amigos míos, todo lo que se hace en ADDA no es a precios prohibitivos, poco os habéis leído la programación del auditorio. Y a lo mejor la música clásica no es mierda elitista, chavales. Pero bueno, seguid con vuestros dogmas sectarios dictando al populacho qué deben escuchar y qué no… En fin, cuánta soberbia y egolatría lleváis encima chicos, pero no sois – afortunadamente – el ombligo del mundo. Asumidlo.
Bohemio Lliber dice
Dicen que los analfabetos de hoy saben leer, pero no interpretan bien lo que leen. Amigo Javier, Alicante Live no es el ombligo del mundo pero es la web de referencia de todo aquel que aprecia mínimamente la cultura en Alicante. Y Sí, nos dicen lo que hay en el ADDA y todos sabemos lo que cuesta allí todo menos los conciertos de las bandas de los domingos. Sí Vicent y compañía no vivieran de espaldas a la realidad otro gallo cantaría y en vez de el indie que denigras estaría de moda el jazz, la música clásica o el rock de calidad. Pero sucede que no hay inversión, y la que hay se la llevan cuatro vosotros que van vanagloriandose de sus logros mientras la gran mayoría, Sí, ve Telecinco, se emborracha en el tardeo y , como mucho, escucha cuatro bandas de covers mal tocados.
Pero nada. Viva el ADDA y toda esa élite minoritaria.