El mundo de la promoción es arduo y exigente… el miércoles vimos como Second aguantaban estoicamente dos horas de abrazos, firmas de discos, que dislocarían la muñeca de más de un currante, poco acostumbrado a coger un boli y hasta se preocuparon de que la gotera que inundó el suelo de la salita cultural de El corte inglés no provocara que alguno de los fans se partiera la crisma con la emoción.
El sábado, los que «sufrieron» las «inclemencias» de presentar un disco fueron los miembros de Izal. A la mañana los vimos cargados con sus guitarras protagonizando el programa de radio de Corrientes circulares en la lonja del pescado. Luego, una comida exprés, a la tarde a probar sonido, mal cenar y cascarse un concierto de más de una hora en la plaza de toros.

En cambio, nosotr@s llegamos a nuestra casa felices, medio afónicos y encantados de haber vivido un sábado tan intensamente maravilloso.
Como es lógico, la mañana fue bastante divertida. Hicimos un rato de cola que Amamusic, Vinos de Alicante, Izal y corrientes circulares compensaron con un almuerzo con tartaletas varias y vasitos de caldos tintados en nuestra provincia. Vivimos de cerca los entresijos de un programa de radio, nos deslumbramos con los flashes de las cámaras de un sinfín de fotógrafos y entre chistes, novedades musicales, guerras de festivales y temazos de Love of lesbian, Izal, alguna olvidada estrella italiana pasajera pasamos una entretenida mañana.
Regalamos nuestro libro a Izal, y, aunque nos quedamos sin tardeo ni concierto en la Plaça de Sant Joan, nos compensó hablar un ratito con Mikel, descubrir que, a parte de músico, se ha metido a escritor de relatos cortos y que, a pesar de la fama, sigue manteniendo la humildad que nos encandiló cuando apenas nadie le conocía y nos mandaba videos y grabaciones caseras para que le diéramos un poco de bolilla.

Llegamos tarde a ver a Varry Brava, pero sí que nos dio tiempo para volvernos locos con el «no gires».
Como el excéntrico trío acababa su gira «Arriva«, aprovechamos para bailar un poco y coger un buen sitio a medio camino entre la mesa de sonido y la barra. Además, tuvimos una grata conversación con el director del Uala, cuya portada protagoniza precisamente este guasón grupo murciano. Por mucho que las malas lenguas malmetan, somos fans del Uala, del Alicante mag y de todas las publicaciones que se esfuerzan en que la música en Alicante, no deje de sonar.

Con la media noche consumida, saltaron al escenario los componentes de Izal. El neón de la portada del nuevo disco presidía el escenario como si, en vez de en Alicante, o en una playa de Brasil, estuviéramos en un club de la Havana esperando que un trovador con son rindiera su particular homenaje a Compay, el ché o a Miguel Matamoros. Pero no, la salsa fue comprobar que, a pesar del día de promoción, la profesionalidad va por dentro, y como si hubieran estado todo el día descansando para ese momento, deslumbraron con su show de luces y sonidos a todos los presentes.
Es verdad que en los últimos dos años habremos visto a Mikel y compañía quince o veinte veces, de hecho, por momentos, vivimos un dejavú recordando el bolo que hace apenas un año habían dado en aquel mismo escenario. Pero la magia, los efectos especiales y las novedades hicieron que lo previsible volviera a convertirse en espectáculo.
Debe de ser que a estas alturas el punto de enamoramiento que sufrimos por la mujer de verde y sus superpoderes es tal, que nos importa poco verla tan a menudo. O que somos tan frikis que ver en directo canciones nuevas como el baile, o la canción que da título al nuevo álbum es argumento suficiente para satisfacernos.

Así es la música, promoción, radio, fans locas, comida rápida y la satisfacción de generar felicidad en estos tiempos de crisis, penas y dudas
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