La pertenencia es difícil de entender. La tierra firme genera egoísmos que a muchos les cuesta eliminar de su rutina. Desde el mar, en cambio, uno no distingue fronteras. Es como si el Mediterráneo fuera la patria y la utopía por degustar de Gaviotas, peces y tripulantes.
Mañana a estas horas mis certezas estarán flotando en un barco que lleva 32 años dedicándose a la investigación para la conservación de tortugas, ballenas y delfines del Mediterráneo. Visto desde aquí son unas cuantas maderas con un timón. Mañana será mi casa.
No hemos zarpado, pero el viaje ha empezado. Rick ha izado la bandera. En popa ondea el pabellón del Mednight mientras degusto el hecho de poder dormir sin balanceos.
Alexander Sánchez Jones.
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