¿Cómo consigues que una ciudad, al menos, parezca viva? ¿con miles de euros gastados en luces de navidad? ¿con escaparates plagados de Papá Noeles? ¿Malgastando presupuestos de cultura, juventud, fiestas en actos parciales y deficitarios? ¿con Policías recaudando pasta a base de gente que se toma su cervecita en la calle como ha hecho durante los últimos 5años (de tardeo)?
No amig@s, las calles se revitalizan con cultura, con mercados, con artistas que exponen su arte… y sí, también, con el trasfondo navideño y sus belenes, sus exhibiciones de luz y color sobre fachadas y ¿por qué no? con la plaza, sin toros, como epicentro de juegos y diversión para niñ@s.
Todo eso junto ha sido este fin de semana Alicante: Una feria de Ilustración en la Plaza del MACA, una feria del diseño en la vieja estación de autobuses, una nueva sede de la cultura en el Barrio de San Agustín, los rojos en el ADDA, los niños en la plaza de toros, los previsores comprando en Maisonnave… y las calles llenas de gente comprando castañas, consumiendo, probando arroces y otros manjares autóctonos, colapsando parkings, hoteles, el paseo del Postiguet, los puestecillos de La Explanada… disfrutando de los trabajos de ilustradores alicantinos, clowns y músicos callejeros ambientando las terrazas, foguerers vendiendo lotería y pensionistas peleando con megáfonos por tu futuro y el mío.
Resulta que hay sitio para todo, y para tod@s. Que cuando la burocracia no se pone picajosa el abanico se abre, utilizamos los autobuses para movernos de un barrio a otro, los comerciantes del centro no pueden tener queja, los vecinos tampoco (porque los que potan se esconden en los bares oscuros y los ruidos acaban a una hora razonable), la policía hace su trabajo (que no es otro que poner un poco de orden) y hasta los políticos pueden hacerse fotos con más realidad que los fondos artificiales provocados en los que vemos sus caras habitualmente.
Y eso que estamos a mediados de diciembre (que es cuando más frío hace). Eso que no es precisamente la época del año en la que más apetece beber y comer… pero va a resultar que el Alicantino es un ser callejero y que a los guiris les atrae esa luz que da ver vivas todas las esquinas disimulando los errores garrafales de nuestra arquitectura.
¿Os imagináis lo que podríamos hacer con 10 meses de buen tiempo? ¿con esos cientos de plazas por llenar? ¿con todas esas ideas en saco roto de los que dicen que no tienen un espacio donde desarrollarlas? Pues la calle os espera a tod@s: ¡Bienvenidos a Alicante!.
Welcome to the future!
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