- Artista: La Mare.
- Lugar: El Taller Tumbao
- Día: viernes 14 de Febrero (que no el día de los enamorados).
- Autora: Victoria Lourdes.
El video-resumen:
Risueña, simpática llena de energía, reivindicativa… y a capella. No hay mejor manera de empezar el primer concierto de la minigira que trajo a La Mare a Alicante y a Murcia.
Potente y sensible a la vez… La primera pregunta, algo que yo también pienso a menudo: ¿Por qué a los conciertos de mujeres acuden mayoritariamente mujeres? -¿acaso a ellos no les apetece estar sólos como a mí? – gritaba –
– ¿No les duele la vida como a nosotras? –
– ¿Quién sabe? –
Yo pienso que quien no está es porque no quiere… y se lo pierde… y mientras terminábamos de pensar se subió al escenario del Tumbao Nuria Bonet, una mujer multi-instrumentista que embelleció los temas de La Mare con su voz, su flauta, su reluciente nuevo teclado y un complemento ideal para vestir canciones: La Guitarra eléctrica.
La sensibilidad no está reñida con el poder. Eso sí, las ñoñerías que endulcen otros patios, que en este, el idioma va en clave cruda y positiva a partes iguales. Porque la soledad no siempre es mala y el mañana, si se mira con esperanza, huele mejor que si lo tiñes de negro. Además, conviene no olvidar que «el barbecho» es imprescindible en toda vida.
Las raíces gaditanas están presentes en todo lo que esta artistaza hace. Y también la lucha feminista en reflexiones como que otra maternidad es posible. Hay muchos tipos de placer, igual que hay, también, muchas razones para cantar, la primordial: que una tiene «que contar sus cosas» y si en el camino encuentras empatía, seguramente quien te escucha encontrará las coincidencias que necesita o las diferencias que mal discutidas nos acaban alejando.
No falta el humor, ni el prisma positivo, ni la vitalidad… la intensidad va in-crescendo. El público se va contagiando a medida que las reflexiones dejan paso al «dejarse llevar» hasta un remate en forma de colaboración de María Ruiz y el rap de Yaike en «Que se cuelan», un hit lleno de ironía contra los discursos retrógrados y trans-homo-lesbo-fobo.
Resumiendo, uno de esos conciertos que te reconcilian con la vida, la música y el género humano.
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