La inspiración de los buhos nace en la oscuridad y como decía un vigilante de seguridad, el pasado viernes: «van a tener que abrir los museos de noche para que la gente venga».
Cuando el buen gusto emerge de sus cloacas, la belleza desordenada de Alicante deslumbra, incluso, a los más escépticos. La cultura es una atractivo, generalmente, desaprovechado. Es el patito feo de las iniciativas turísticas, nunca es prioridad para alcaldes y presidentes de postín, no da tantos votos como las hogueras, genera problemas con los cuatro vecinos gilipollas (que todos tenemos)… pero luce, y mucho.
Y más cuando las sinergias encuentran su punto de conexión en una noche en blanco, de apenas 4 horas, en las que las exposiciones itinerantes se llenan de visitantes, los niños juegan, los skaters se balancean en sus «us» improvisadas y la música suena , mientras unos bailan Lindy Hop, y otros sonríen preguntándose si ésto no debería ser así todos los días.
La tercera noche en Blanco de Alicante volvió a ser un éxito congregando, en 9 puntos diferentes de la ciudad, a «snobs», «frikis», «musiqueros», «teatreros», «danzantes», niños, niñas, artistas, creyentes, amantes de la cultura… y lo más importante: curios@s primerizos que, por lo que parece: se divirtieron.
Nosotr@s, como habíamos estado el martes en la Casa Bardín y el miércoles en la Lonja del pescado, optamos por ir a la Plaza de Santa María. Picamos algo en el Alioli, dimos un garbeo por el bello (y poco concurrido) casco antiguo, ignoramos a los jóvenes de los flyers, entramos un ratito al Santamaca y vimos el estreno alicantino de «Carabassí» (Flor y Nata Records, 2017), el último ep de Los Antideslizantes, más unas cuantas versiones garajeras, mezcladas con música popular y el descubrimiento, para algun@s, de la atracción ineludible de la música surf.
Hay que escuchar más El Sótano (de Radio 3) y menos las radiofórmulas. Porque, a parte de Dick Dale, están por ahí: The Ventures, The Volcanos, Los Rivieras, Duane Eddy, Lost Acapulco, Los Tiki Phantoms… y esa gente que entendió, y entiende, mejor que los «zumba»dos de ahora, la música que pega con el verano.
La noche siguió con Sempere, Andreu Valor, Arcadio Blasco, Francis Bacon, George Braques, Chillida, Miró… incluso el recientemente exhumado Dalí (y todo sin salir de la plaza…). una copa para comentar la jugada con una neovalenciana que se sintió un poco más orgullosa de la ciudad que dejó atrás hace unos años, saludos a gente que venía de ver el festival de microdanza, o a Ara Malikian, y la sensación de que el potencial cultural, turístico, veraniego de Alicante es más atractivo de lo que muchos se pensaban.To be continued…
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