¿Qué estabas haciendo cuando murió Bowie? La memoria selectiva retiene momentos impactantes de la vida. Tod@s recordamos lo que estábamos haciendo el 11S, el 11M, el día que cayó el Muro de Berlín, cuando murió alguien importante en nuestras vidas, la primera vez que intentamos hacer el amor… y, claro, el día que Starman decidió emprender su último viaje a Marte.
Fue un diez de enero y ha pasado un año. Mis compañeros de la terapia Galla ciencia, como yo, estaban digiriendo aún, la modernidad del Black Star, cuando el mundo se paró.
Sería imposible contabilizar las lágrimas que cayeron en las 10 o 12 horas después del anuncio de la noticia. Tod@s escuchamos a Coque Malla en Radio 3, todos nos pasamos el día aletargados, como si se hubiera muerto un familiar cercano, como si fuera imposible que el más grande de los músicos vivos, ya no estuviera vivo.
Yo, nada más enterarme de lo sucedido, busqué reafirmarlo, en la radio, en la tele… toda la programación estaba colapsada por sus canciones y yo pensaba en las dos veces que suspendió los conciertos para los que había comprado entradas.
Ese momento, limitaba la atemporalidad de mi libro, ya que él, también, sale en él y escribí 4 párrafos y cree una lista de spotify con más de 100 canciones que me pasé escuchando en bucle las semanas siguientes.
No la había vuelto a escuchar hasta el viernes. Cuando abrí el número especial de la revista y me puse a leer con «Space Oddity», «Heroes», «Ziggy Stardust» o «Life on mars», de fondo, textos de Coque Malla, Aurora Beltrán, Ana Curra, Alondra Galopa, Morti, poemas de Ángel Petisme, Antonio Portela, Javier Cebrián, Ramón Andreu, ilustraciones de Nan Vaz, Sioni López o Vanesa Castaño… y así hasta 171 hojas con las que volví a tener esa misma sensación de hace un año: Bowie es inmortal, se fue, pero permanecerá siempre vivo, en sus canciones, en su recuerdo, en revistas y en esa forma diferente de ver el mundo que llegó a tanta gente camaleónica, como los que nos reunimos el jueves en el Ocho y Medio, los héroes, los antiguos y los jóvenes, que entienden el «Lift off» como un nuevo punto de partida.
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