Muelle 12 ha conseguido que la cultura se cuele en la oferta turística que Alicante presenta en el FITUR de este año.
Es un buen principio buscar en la promoción «mainstream» la esencia de la cultura de Alicante, en la Feria Internacional de Turismo, que se celebra en Madrid, del 19 al 23 de mayo, pero aún queda trabajo por hacer para que, aparte del Festival de Cine, las programaciones culturales del MACA, del Teatro Principal, del MARQ, del Aula de Cultura, de Cigarreras, del Arniches o la que ofrecen los programadores privados, transversalicen esos dos ejes principales (el arroz y la digitalización) que parecen empezar a sustituir al manido turismo de playa.
Sin fiestas a la vista, los Castillos y la Ocean Race, son otros de los dos atractivos que el consistorio alicantino prepara para su aterrizaje en IFEMA.
A «Alicante City» le ha costado demasiado tiempo entender que, aunque no les guste, a esta ciudad viene más gente a ver conciertos, exposiciones u obras de teatro, que a la playa. Por no hablar de que los ciudadanos están hasta los mismísimos cojones del turismo chabacano, las borracheras, las despedidas y todas esas cosas que, durante años, se han aplaudido desde las campañas de publicidad del área de turismo.
El sol es nuestro gran valor, sí, para hacer grandes eventos deportivos, para tener 9 meses de eventos culturales al aire libre, para dar vida a nuestros parques y nuestros castillos, o para que todo teletrabajador tenga, a base de una de las mejores calidades de vida de España, una de las más atractivas ofertas gastro-culturales que hay.
Si a esto le unimos el quinto aeropuerto de España, el AVE… igual más que buscar impactos en redes, hay que invertir en flotas de autobuses y trenes para que nuestros visitantes puedan moverse con la facilidad con la que uno se mueve cuando va a otros sitios.
La verdad, más que buscar turistas de 15 días, sin poder competir en eso con Benidorm y sus hoteles, o con la belleza de Altea y Xabia, deberíamos saber ser un destino de pasar el día o el finde (como ha pasado durante los días de toque de queda) o un hogar para toda esa gente perdida que busca un lugar bueno, bonito y barato donde vivir.
En eso, nadie (o casi nadie) nos gana. Solo hay que saber potenciarlo en Fitur, en el Times Travel Show de Nueva York, en el Touristikmesse Niederrhein Kalkar … pero, sobre todo, en nuestro día a día. Al fin y al cabo, no solo los hoteles y la vicealcaldesa, viven aquí de vender bien el turismo.
El 20 de mayo, será el día grande de Alicante en Fitur. Este año las hogueras no prenderán, pero, más o menos exagerado, los que se pasen por la Plaza Central ese día, verán algo más parecido a la realidad del día a día de los alicantinos, que la mentira que se ha vendido otros años.
Alicante es la ciudad del arroz, de la cultura al aire libre, de las terrazas llenas de vida, del tardeo en bañador, de los barrios, de los mercados, de los dos castillos, del teletrabajo… aquí uno viene para quedarse, porque como aquí no se vive en ningún lado …
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