Pez Mago
- Día. 21 de enero
- Lugar: Sala Euterpe (Sant Joan)
- Autor: Juan Miguel Vergara
- Vídeo: Victoria Lourdes.
La crónica
La magia de los peces no requiere varitas. Sólo una guitarra acústica y un sitio como el escenario de la Sala Euterpe. Ayuda que sea sábado y que puedas prescindir de tu chaqueta, de la bufanda, del gorro de nieve y de todo lo que no se adapte al calor de una noche de buena música en directo.
A las 22.00h Pez Mago ocupó el escenario con su guitarra acústica como escudo y una gran colección de canciones como arsenal. No es que sea una guerra al uso, quizá más bien, se parezca a un conflicto mental negociable con versos y, obviamente, la buena predisposición de los presentes al otro lado.
En uno de los primeros temas, aparte de su sombrero de songwriter, se hizo acompañar de una armónica al estilo de Bob Dylan, de ese Dylan que emulaba a Woody Guthrie, y con antecedentes así la cosa no debería torcerse, y no lo hizo. Más que nada, porque en una época de voces deformadas y ritmos repetitivos y pregrabados, asistir a una actuación cruda como la que tuvimos la suerte de disfrutar, se convierte en algo que hace honor a su apellido brujo.
En ese trance fantástico, Lucas Álvarez de Toledo fue desgranando sus mejores versos, una parte de esas historias que eran suyas pero que al rozarnos se han convertido en nuestras, poemas con ritmo propio, vivos, que no necesitan de ningún artificio sonoro para plantarse ante nosotros e interpelarnos, acariciarnos e interactuar con nosotros.
Quizá, sin tanta distracción, es más fácil para todas ser partícipes de su alegría y de su tristeza, en definitiva, participar en la sublime experiencia de la creación de belleza y retroalimentarnos. Porque esta vez no hubo hueco para trozos tristes. Y entre sonrisas y aplausos el poso de la historia deja mejor recuerdo, si cabe.
Y ahí, en la parte auténtica de cada canción y de cada anécdota está el don de este pez sin branquias, que flota en los escenarios permitiéndose lujos como tomar prestado el talento de Billy Joel haciéndonos ver un piano donde solo hay una guitarra. Y «una mujer de verdad» donde la verdad se cuestiona, se roba, o se interpreta con ideologías que aquí no vienen al caso.
Si, con esta, lo he disfrutado tantas veces, ya, es por algo. Éramos unos cuantos fans allí y eso te da a entender que la magia del pez, no es figurada y que si no la has catado, deberías, porque sienta muy bien.
El vídeo
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