Presentación de No guardes en la cabeza lo que te cabe en el bolsillo

Después de más de 50crónicas de conciertos, esta vez nos tocó pasarnos al lado de los artistas y ponernos el chaqué de protagonistas y las lentejuelas del estreno para presentar el nuevo libro de nuestro chico de las crónicas: Jonn López Dávila.

Empezamos a ser expertos en cuestiones musicales, pero lo que es en temas literarios estábamos un poco verdes, de ahí que requiriéramos de la presencia de un profesional de las performances literarias y los espectáculos poéticos, llamado Juan Bay, que nos facilitó enormemente la labor de dar a conocer esta ilusionante aventura en la que nos hemos embarcado.

Queríamos que fuera en la Ambrossía, porque es allí donde hemos vivido algunos de los mejores momentos de nuestra corta trayectoria en la ciudad de las luces y quisimos rodearnos de la intimidad que sólo los buenos amigos pueden regalarte.

Echamos de menos a familiares y camaradas de otros lugares, a hermanos cabezotas, a mi prima alicantina y su cielo de niña, al fotógrafo en la pista de despegue hacia Dallas, a tortugas afincadas en el sur de Italia, futbolistas viajeros con lesiones que esperamos no sean muy graves, agropoetas que me permitieron el placer de debutar como «prologuista», fanegas despistados, trabajadores amnegados sin hueco en sus agendas, a las opositoras rechonchas y otros personajes importantes en la historia real que llevamos poco más de un año escribiendo. Pero, la verdad, es que fueron todos los que estaban y estuvieron todos los que son, así que con la mejor de las intenciones y teniendo en cuenta que ni somos buenos vendedores, ni somos muy dados a mostrar en público nuestro narcisismo, nos salió una cosa familiar, íntima, cómplice y divertida.

Gracias a todos los que acudisteis, en especial a Oscar por poner el local, y por ser mi amigo, a Javier Veloso por cederme una de sus obras para la portada y por mostrarme los caminos adecuados al cumplimiento de los códigos que mantienen limpias nuestras convicciones, a María por ser mi musa y soportarme en estas semanas de estrés, a los amigos con cariño recíproco, a la familia política (importante fuente de felicidad en estos casi tres años), a mi hermano artista y su rubia, a mi abogado con guitarra (ya no sé en qué orden), a los punkies sin cresta pero con alas, a Mr Making of por inmortalizar en blanco y negro los mejores momentos de la noche, a los rechonchos, a los que un día formaron parte de mi lista VIP de amigos alicantinos (a los que agradezco, a pesar de todo, compartir este momento conmigo)  y a los que, ahora, condicionan nuestras sonrisas cotidianas llámense Queca, Jose, Lorena, Carlos, Marta, Ventura, Belén, Ariel, Little Rose, Jess el sueco, Imma, Arantxa, Eugenio… a los que conocieron «in situ» a los pony bravo, al futuro papá, a mi dentista senderista, a los otros 2 montañeros: que me enseñan que se vive mejor comiendo buenas viandas y bebiendo mojitos que viéndole tres pies al gato, a la colonia de italianos del barrio, al perro naranja de los no sé cuantos bares, a Tere  y su paciencia, a Carolina y a Claudia, a Alejandra y su botella de Champán, a Ana, a Belén, a los que tuve el gusto de conocer allí… y a los que se me habrán olvidado.