No os voy a engañar, estoy tan poco acostumbrado a ver a muchos alicantinos haciendo algo a la vez, que me alegra que, de vez en cuando, un acto desinteresado sea multitudinario, como lo fue la X Reforestación de Otoño en el Monte Orgegia.
Allí, unos 2000 alicantin@s, plantamos más de 1.500 árboles y arbustos y dos millones de semillas de herbáceas autóctonas en un espacio de 20.000 metros cuadrados.
Parece simple, pero hacer de una actividad familiar, un acto de concienciación sobre la importancia de preservar nuestros bosques, es muy importante. Y más en estos días de incendios, cambios climáticos y talas indiscriminadas de árboles.
A Alicante le faltan tonos verdes. No solo en los bosques. Y también estamos bastante carentes de empatía, de hacer cosas juntos y de la modernidad que hace falta para que, a la siguiente, podamos llegar al monte Orgegia sin coger el coche, o que la gente aprenda a llevarse la basura que genera cuando está en el monte. Eso y que haya un poco más de amor por esa tierra (figurada) en la que aparte de pinos y alcorques, hay que plantar las bases de la futura sociedad de Alicante.
Asociaciones como «Enamorados de Alicante» son imprescindibles para que estas iniciativas, más allá de un simple plan de sábado, se entiendan como una forma de vida, que no sé si todos esos que se hacían fotos con las azadas entienden bien todo ésto.
De nada vale plantar cosas si al rato se pisan. De poco sirve arreglar, si en vez de la naturaleza o el paso del tiempo, somos nosotros los que destrozamos lo nuevo. En la conciencia personal de cada cual, está el valor de mantener limpio y utilizable nuestro entorno. Y en eso, el Ayuntamiento y el ciudadano deben ponerse las pilas. Unos para que la inversión sea coherente con los tiempos que corren y otros para cuidar, como propio que es, cada espacio que pisamos, cada parque en el que jugamos y cada arbusto que plantamos.
Pero como digo, hoy, creo que hay que quedarse con que 2000 alicantinos, hicieron algo a la vez desinteresadamente, más que con el contexto irónico que rodea al hecho en si. A ver si ocurre más a menudo…
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