Rafa Más (Compromís), en Twitter, ha abierto un hilo en torno a la proliferación DESCONTROLADA de pisos turísticos en Alacant está ahogando la ciudad. Con 3 puntos básicos como punto de partida:
1 El DATO:
- En el año 2000, la ciudad contaba con apenas 397 pisos turísticos.
- En la actualidad contamos con casi 4000 pisos turísticos
(Un 800% MÁS!)
2. CONSECUENCIAS del descontrol de pisos turísticos
- Agrava la crisis del alquiler
- Nos convierte en la 4°ciudad de España que más sube: 20% – 12,44€ el metro cuadrado
- Aumenta la especulación Los extranjeros arrasan con la vivienda: compran el 43% de TODAS las viviendas disponibles
3. Las PROPUESTAS de Compromís:
- Paralizar TODAS las nuevas licencias de pisos turísticos para analizar y regular la vivienda turística
- Aumentar las inspecciones. (Solo se han hecho 40 inspecciones: un 1%)
- Declarar la ciudad TENSIONADA
Es obvio que, por mucho que algunos quieran normalizar lo contrario: la vivienda es un derecho, NO un negocio. Y te habrás empezado a dar cuenta que una ciudad tensionada, poco a poco, pierde su idiosincrasia, su corazón y se convierte sólo en un espacio de paso que empuja al extrarradio a quien le da vida.
Con la subida exagerada de los precios de la vivienda, ya no solo en el Centro de Alicante, sino en la Playa y en los barrios, ha subido también, el precio de los menús, el de los bienes de consumo básicos y el de la vida en general.
Ya no puedes aparcar, cuesta encontrar silencios o espacios sin muchedumbres. No importa el verde, las obras se hacen de cara a la comodidad de turistas y hosteleros y las medidas, rara vez van en consonancia con lo que el alicantino, de toda la vida, demanda.
Quien calla otorga. Y puede que ya formes parte de esa mayoría que todavía piensa que la política no vale para nada. Pero sí. Depende quien la aplique, las cosas son de una manera o de otra. Y, en este caso, tus impuestos pagan los beneficios fiscales que regalan a otros. Por que no te engañes, que te desgraves el gimnasio, o un cambio de gafas, poco tiene que ver con lo que «pierdes» (como ciudadano) cuando un rico no paga su impuesto de sucesiones, o cuando dejamos que un extranjero pague a tocateja una casa sin preocuparnos de dónde saca ese dinero, o si quiere comprarse 10 pisos en una misma urbanización para especular.
Acumulamos 6 años, ya, sin construir vivienda pública en Alicante. Menguan las ayudas al alquiler y la legislación sigue acumulando zancadillas primero en Madrid y, después, en Bruselas. Mientras, en la realidad, el turismo cutre de masas se afianza en el hambre que mañana pasará todo aquel que no tenga una propiedad y vea como los precios de todo siguen subiendo sin remedio.
Pronto, por tendencia histórica, la desigualdad excluirá al digno. Ese que ya no es clase media, ni tiene conciencia de clase. Por mucho que el Gobierno Central, en uno de sus bandazos, retire las «golden visas» para que en vez de casas compren deuda pública.
Aquí se acumulan las obras en las fachadas, que de cara al exterior pueden enseñar brillos que el interior no esconde. Esa es la realidad de la inversión sin escrúpulos. La que deja a la ciudad sin patrimonio, sin comercio de proximidad, sin derecho al descanso, sin gente autóctona y sin idiosincrasia… mientras se deja de lado el impuesto al turista, tú arreglas lo que ellos desgastan con los que tú pagas y cual paletos en «Bienvenido Mr Marshall» hacemos la ola al capital extranjero bonificando la inversión de urones y regalándoles beneficios fiscales que, obviamente, no tiene el «pobre» de aquí.
Para contravenir esos intereses, el ser autóctono debe revelarse. Y eso es casi más surrealista que el cartel creado por Compromís para la ocasión:
Igual al ver que estás pagando de más, algo se remueve en ti, o, al menos, te das cuenta de que ese mísero beneficio que le sacas a toda esta mierda, no compensa lo que otros ganan con tu ignorancia y tu pasividad.
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