Como ya pasó con el redondeo del Euro, parece que el Covid-19, a parte de miles de muertos, nos ha traído una suculenta subida de precios. El INE refleja una cuantiosa subida en abril de legumbres y hortalizas (10,4 %), la pizza (3,6%), el marisco fresco (3,5%), el pescado fresco (2,7%) o las patatas (2,6%).
Todo hay que decirlo los servicios se han abaratado, con caídas mensuales que han llegado al 18,1% para los combustibles líquidos (ahora que nadie hecha gasolina) y al 5,8 % para la electricidad (esto sorprende, porque todos hemos pagado más de luz este mes…). También están más baratos los helados y las bebidas alcohólicas, pero vamos, que lo necesario e imprescindible, lo que no tenemos más «huevos» que comprar, ha subido.
Ahora es cuando viene la explicación burócrata que dice que es más caro transportar las cosas, que no hay manos de obra para recoger la fruta y las verduras, o que hay más demanda y el mercado es libre e inteligente. Cojonudo! ¿Tú cobras lo mismo? Yo no, ¿te han bajado el alquiler durante la crisis? A mí tampoco ¿Y pagas menos impuestos? Ayer la ministra de Hacienda decía, en palabras finas, que, encima van a subirnos el IVA y el IRPF.
No, yo no soy de los que sale a manifestarse en un Mercedes descapotable porque no me abren el puto Corte Inglés. No, yo me encabrono porque hay cosas con las que no se puede jugar. Y yo soy de esa generación que lleva más de 20 años dando tumbos, reinventándome, adaptándome a los cambios, siendo el primer en arrimar el hombro cuando ha hecho falta y siendo solidario. Y me he quedado en casa, he perdido mis ingresos, he comprado mascarillas a más de 0.96€ y me he callado, pero coño, las patatas, la leche, la carne, las hortalizas o el aceite son la base de lo único con lo que no se puede negociar, así que dejamos de dar por culo a los políticos y planteémonos qué hay de los especuladores, que son los que en el fondo revientan todos los sistemas y todos los países. A esos son los que tenemos que vigilar y eliminar, porque son los que hacen que no lleguemos a fin de mes, o, ahora, los que van a hacer que, encima, engordemos comiendo mierdas.
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