Por una vez, en mucho tiempo, no fui a un evento cultural en calidad de periodista. De vez en cuando, hay que saber apagar el móvil, las alertas, el instagram, el facebook, el twitter y todas esas cosas que me hacen parecer un friki cuando voy a los conciertos, o me peleo con los seguratas de museos o teatros, para explicarles que necesito un documento gráfico de lo que voy a relatar.
Y la verdad es que sienta bien ser un ciudadano de a pie, ir a un sitio porque te apetece, sin horarios restringidos, sin tener que ser el primero que llega y el último que se va. Simplemente estar, porque si no fuera un cronista de la realidad de Alicante, también estaría. Pero está bien poder tomarse una cerveza, saludar a los voluntarios y agradecerles su labor y su implicación e irme a mi casa a comer, o a un cumpleaños (que también tengo derecho a tener vida social).
Yo, después de los dos años que llevo en Alicante Live Music, ya no creo en esto del amor al arte, aunque sí que siento cierta pasión por la autogestión. De hecho, echo de menos que los jóvenes se impliquen y le echen dos cojones al asunto y ocupen algunos de los cines llenos de telarañas del centro de Alicante, o algunas de las fábricas abandonadas, o se hagan con alguno de los centro sociales de los barrios y los reinventen.
Porque como ciudadano de a pie, también echo de menos cosas. Me encantaría que lo del sábado no fuera un hecho aislado, y que hubiera cultura, o taichi, o comida vegana, o gente que entiende repartiendo condones, en vez de autobuses con mensajes estúpidos, en cualquier esquina de la ciudad en la que vivo. Que la improvisación fuera un hecho diferenciador entre los habitantes de esta urbe, que los vecinos fueran más permisivos y los repelentes visitantes protardeo menos previsibles.
Yo, sería más feliz como ciudadano, como periodista y como persona. Y seguramente, mis futuros hijos (y los vuestros) también. Por eso, volveré a ir al monte Tossal el 5, el 6 y el 7 de mayo, quizá con el móvil encendido y la cámara a cuestas, o quizá no. Pero vaya como vaya, trataré de convencerte para que me acompañes, para que apoyemos a los artistas alicantinos (o de Newcastle) y para que sigamos aprendiendo a relacionar la cultura con la diversión y las artes con la normalidad.
Hoy la sesión de fotos, se la hemos robado a Dani Mestre, a Malson, a Alancat desperta, a Alicante Entiende, a Artegalia y a otros fotógrafos improvisados que sí que encendieron sus cámaras el sábado (espero que no les importe):
Soy vinero dice
Esos días que vas libre de redes sociales suceden hasta cosas más interesantes, sale todo más natural y sin prisas. ¡Salud!
Anónimo dice
Alacant despierta pero los alicantinos duermen…..
Anónimo dice
Yo ya me desperté de la siesta