
No faltaron budweisers, peinados con gomina y flores y camisetas negras. Un chicano bailongo, hizo de cicerone y junto a cuatro suecos bien uniformados: uno con cara de cazafantasmas, otro a mitad de camino entre un oso y un leñador de Tiveden y otro, que se había escapado de la película «el club de los poetas muertos», sudaron la camiseta como si Gasol y compañía les hubieran retado a una revancha de botes, dobles, personales, gritos y bailes para celebrar cada canasta.
En la pista había gente de todas las generaciones, los habituales rockers, un italoargentino que bailaba con las lágrimas pegadas a sus pómulos, jovencitas con la cadera a un paso de dislocarse, un vasco a punto de reventar después de 10 días de pintxos, chuletas, cocidos… y servidor con los pies encasquillados (como siempre) tratando de que no se me notara mucho que tengo el ritmo en el culo.

Ahh, y si queréis, el Atiende Alicante sigue el día 4 de octubre con Fumata Preça, para más información del ciclo, podéis pinchar aquí: http://alicantelivemusic.blogspot.com.es/2015/09/atiende-alicante-edicion-otono-2015.html
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