Un vino con… Xeco Rojo

En los tiempos que corren, cuesta cruzarse con románticos que, todavía, crean en el amor. Nos han robado tantas cosas, últimamente, que cuesta no ser egoísta y sucumbir a la tentación de traicionarse a uno mismo y desistir de ese sueño de cambiar el mundo, que todos tuvimos alguna vez.

Xeco Rojo es de los que sigue intentándolo, a su manera. Recorrió el mundo, para después huir de él y, desde la peculiar perspectiva que da vivir rodeado de cobayas, gallinas, gatos, perros y niños, siente que ha «caído de pie» y lo cuenta, abiertamente, al mundo, en doce canciones que desde el 15 de junio lleva tocando junto a su inseparable Kevin Mendes por todas las playas y rincones de la Costa Blanca.

Las isobaras modernas dicen que el verano no se acaba hasta que este Barbudo, con pinta de pirata, deja de tocar en Benissa, El Campello, o Villajoyosa, por eso, ahora que el cambio de estación es oficial, hemos retomado la buena costumbre otoñal de compartir vinos y, ante dos copas de «Las Hermanas» (Bodegas Luzón), hemos hecho balance del verano, lo bueno y lo malo de Alicante, del nuevo disco y de la vida en general, vista desde la atalaya de un buen tío, con el que comparto más cosas de las que él y yo creíamos. 

Preguntarle de donde viene lo de Xeco Rojo sería demasiado obvio, por eso, prefiero empezar por el principio. Este hombre, ahí donde le veis, fue portero de las categorías inferiores del Real Madrid, trabajó de barquero, primero, y después de  camarero en “El camping bar”, en la Alameda de Osuna, un sitio donde tocaban Coque Malla, Nancho Novo o Antonio Vega, y fue allí, donde, cuando le “ascendieron” a dj, descubrió que tenía el don (doy fe) de saber interpretar lo que los cuerpos más exigentes, necesitan para dar rienda suelta a sus capacidades de Baile.

Estudiar marketing comenzó a fraguar esa capacidad de vender que tiene… Y, para completar el ciclo viajó por Malta, Londres, en busca del acento anglosajón que no te enseñan en los colegios españoles. 

Después, vuelta a casa de mamá, reencuentro con un viejo amor, que llevó su historia a Benidorm, y, después apareció Click y todo cambió.

ALM: -¿Hablamos de negocios?-

Xeco Rojo: – Mejor de música…-

ALM: – ¿Y de la mezcla de los dos qué sale?-

XR: – Más de 250€ de cuota de autónomos, lidiar con los que pretenden pagarte en negro y la decisión de que el próximo verano no tocaré para quien no me contrate de forma legal. –

ALM: – Hablando del verano, ha sido largo…-

XR.- Sí, durante 3meses toco todos los días, me levanto, estoy un rato con mi familia, cojo la guitarra y a hacer kilómetros. Y sino, 16 horas de trabajo en bodas, con Click & Pum.-

ALM: – ¿Y cómo se aguanta ese trajín?-

XR: – Con la ayuda inestimable de Omi (su suegra) y pensando que mi sueño está cada vez más cerca.

ALM: – ¿Los sueños se cumplen?

XR: Sí (tajante)
ALM: – Pero cuesta ¿no? –
XR: Que te lo digan a ti ¿no?

(Mejor cambiamos de tema)

ALM: – Imagino que los sueños llevan con él, anécdotas -.

XR: – Este verano he tenido mil. Al repetir escenario cada semana me encuentro con conocidos que repiten, lo que me deja claro que algo estaré haciendo bien. Mira, me gustaba la sensación de los miércoles. Normalmente, era complicado aparcar cerca del Tontín, y me tenía que ir hasta el camping. Era divertido bajar con mi guitarra entre una marabunta de gente que iba a vernos a Kevin y a mí.

ALM: – Kevin es importante –

XR: – Kevin es un hermano. –

ALM: – Me suena algo de que compartisteis función de profesor ¿puede ser? –

XR: – Sí, fue muy divertido y la clave para que hayamos acabado siendo uña y carne. Durante 2 años conviví muchos días con él y con otros niños pequeños (risas). Una experiencia única que te aporta muchísimas cosas.-

ALM: – ¿Está tan mal la educación como dicen?-

XR: -Yo mantengo el contacto con muchos de esos alumnos, y, de momento, puedo decir que no van tan mal encaminados en la vida.- 

ALM: – Sí, quizá estén peor educados los adultos que sus hijos… pero bueno, nosotr@s escribimos mucho últimamente sobre la falta de autocrítica, de civismo, de educación en Alicante.-

XR: – Lo sé (risas) Yo estoy alejado de todo eso. Lo sufrí en su momento, pero ahora vivo sin televisión y me gusta la cercanía de los pueblos, bajar con tu carrito de la compra e ir saludando a tenderos, gente por la calle… –

ALM. – Entonces, ¿es mejor vivir en El Maigmó que en Madrid, Londres o Alicante? –

XR: – Es diferente. –

ALM. Pero ¿es mejor o peor?

XR: – No me imagino en Alicante, ni en Madrid, comprando un saco de 40kg de pienso para animales (carcajada).- 

Como lo vi tan delgado, aprovechando que estábamos en la Ambrossía, rompimos su dieta sin Gluten, con unas croquetas de la madre de Oscar, unos huevos rotos con bacalao y un par de tostas, antes de ponernos serios.

ALM: – 350 Copias de un disco son muchas copias-

XR: -Con Son Agüita llegamos a vender 2000 cd´s y alguien de las primeras divisiones del panorama musical, me dijo que Calamaro había vendido 4500 copias del disco que sacó aquel mismo año. Y eso sin compañía, ni distribuidora (risas) –

ALM: – Va a ser que, haciendo honor a nuestro nombre, el directo da mucho de sí.

XR: – Sí, después de un concierto, la gente tiene más predisposición  y los cd´s vuelan. –

ALM: – Hablando del Cd, Yo, cuando te preguntaba por cómo iba lo llamaba el disco interminable ¿cuánto ha sido? ¿Un año y medio? –
XR: -Más o menos. De la idea inicial de las canciones a como han quedado ha habido una evolución que ni yo mismo me esperaba. He tenido colaboradores de auténtico lujo como Rubén Marcet, Nacho Mur, Dani Conca, Javier Montiel, Román Rodríguez, Daniel Montiel Francesco Severino , Kevin Mendes y hasta mi mujer y mis hijos han contribuido a que mi sueño se haga realidad -.
ALM: -Aún recuerdo la presentación en la Plaza de Santa María con David Gil improvisando dibujos sobre tus canciones.-
XR: (Sonríe) – Los dibujos han quedado mejor todavía, pero para verlos hay que abrir el disco.
(Pues vamos a ello) –
ALM: – Por los conciertos sabemos que Do re mi fa sol la si es una canción dedicada a un gilipollas sin educación, que la del manager tiene una especie de doble sentido… todos los artistas dicen que en un disco se observa una parte de sus propias vidas, de sus pensamientos, de sus vivencias. –
XR: -12 canciones dan para mucho. –
ALM: – ¿Alguna que te guste más que las otras? –
XR: – No cada una tiene su razón de ser y no podría elegir. Por si falla mi memoria, es la manera de recordar todas las cosas que no debo olvidar, hay una canción de amor (sólo una), pero tendréis que escuchar el disco para saber cuál, está la de John Mayal, Dosis justa, la que todo el mundo se sabe (Oh oh oh), todas buenas, ya verás (carcajea apurando un trozo de bacalao mojado en huevo) –
ALM: – Y, ya que ahora estás un poco menos ocupado, ¿existe la posibilidad de que veamos un concierto con banda?
XR: – La idea está ahí, Y tengo muchas ganas de poderlo llevar a cabo. Puede que pronto os dé una exclusiva.
ALM. – Sabes que ganas no nos faltan – Mi abuelo decía que siempre hay que dejar cosas para la segunda cita, así que antes de cerrar la cena/entrevista, recomienda un grupo, disco a nuestros lectores. –
XR: – Pues cada momento tiene su propia banda sonora, pero creo que si tengo que elegir uno, últimamente, Roser y yo estamos enganchadísimos a un grupo que se llama The Weepies.
ALM: – Apuntado queda y mucha suerte y que esto que acaba de empezar te lleve tan lejos como deseas.

Las siguientes quedadas las haremos of the record, pero siendo sincero, el disco es una delicia y la espera ha merecido la pena.  No lo esperaba, pero ya en la primera escucha, seguí su consejo y me fui a trabajar con el disco «a todo meter» y las ventanillas bajadas. Me quedé con las cuatro primeras canciones, la del manager, hace que te subas a un tren  con un trayecto de poco más de media hora, podrías quedarte mirando por la ventana de uno de sus vagones durante una eternidad… luego llega «por si falla mi memoria«, que como la escuché justo después de la cenita con el artista, me evoca lo bien que lo pasé, por lo que, siendo sincero, es la que más he escuchado desde entonces.

Hay un punto de rencor entrelíneas, otro de dolor, otro de recuerdo, ritmos de todos los colores, un olor a verano que me va a alegrar más de un día de otoño y, como creo que tras la entrevista, entiendo mucho mejor tantas cosas ocultas en las letras, me alegro que hayáis llegado hasta el final de esta larga parrafada, porque, seguramente, esteis preparad@s para caer de pie. Xeco y yo seguiremos hablando, cuando nuestras agendas y las covayas nos lo permitan. Y será un placer y, estoy seguro de que será, también muy divertido.