La belleza es un don reservado a los ojos que saben apreciarla…
Hace casi un mes vimos a Zahara en el Low festival. Entonces ya os dijimos lo bueno que era «santa» y el salto de calidad que la artista ubetense había dado en su tercer disco. Pero lo del viernes fue diferente… porque una cosa son las canciones disfrazadas con baterías, sintetizadores y diferentes efectos de guitarra y otra, muy diferente, es desnudarlas (como las tetas de la camiseta de Miriam en la segunda fila) ante un marco irrepetible con un fondo de barcos flotando, lunas menguantes y castillos de Santa Bárbara iluminados.
La verdad es que cuando llegamos más que un concierto, parecía un cocktail de boda, con elegantes besbitrajos de licor 43, las sillas bien puestecitas, las vistas acorde con las horas del ocaso, velitas predispuestas al fuego cuando la oscuridad lo requiriera, gente elegante y canciones de los Beatles culturizando el subconsciente de los asistentes más jóvenes (que eran mayoría).
Tras una corta espera, la rubia con una falda ibicenca hizo su aparición estelar a la hora justa en la que la luna tomaba el relevo del sol. Nos dio la bienvenida con un ¡hola! seguido de un juego de voces épico con el que comenzó nuestro record Guiness de tiempo con la piel de gallina. La azotea del Panoramis se llenó de gracia y los corazones, con riesgo de rotura, se recompusieron.
Como estábamos en petit comité aceptamos la moción de cambiar las leyes naturales y buscamos nuestra media naranja tóxica disfrazados de leñadores sensibles. Sam Bell volvió de la luna antes de que los restos del escarcha de un agosto caluroso en Alicante, se dejaran llevar por el influjo del deshielo de la voz más hermosa de todas.


La cuentacuentos estaba inspirada, y tras postularse a versionar el «cuéntame» cuando Carlitos se jubile, recordamos que antes de la pareja tóxica hubo una fabulosa historia de…, un funeral y un !crash¡ con Paloma, del rodaje del video, incluida que precedió a un ratito de fallos técnicos en los que la trotamundos demostró sus tablas y puso de manifiesto que l@s que hemos perdido la calma muchas veces, ya no nos ponemos nerviosos con tonterías.
Así que como el arnés, definitivamente, no llegaba, la forma de perder los papeles fue renunciar al criterio, gritar que: Yola (Berrocal) «mola» y cual despechada adolescente, cual loca del karaoke, Zahara se puso a bailar alrededor del cuadrado de asistentes como si el trankimazín del poeta de mierda catalán no hubiera surtido efecto y los zombies viejunos de Albacete le persiguieran de verdad.
El remix de temazos como Creep, No puedo vivir sin ti, merezco y cuéntame acabó de redondear una noche que siguió, ya lejos del puerto, con indie español y versiones de estudio del santa y rezos a la luna menguante para que el 30 de octubre llegue pronto y podamos volver a tener a esta pedazo de artista en Alicante. De hecho, ya podéis comprar vuestras entradas, con descuento hasta el uno de septiembre, aquí. https://www.ticketea.com/entradas-concierto-zahara-alicante/
Y, por si no pudisteis estar (por el sold out) aquí tenéis el setlist completo del concierto:
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