Cada festival tiene sus propias tradiciones y en el low es costumbre empezar la mañana con una atronadora mascletá que prepara tus oídos para lo que la noche pueda depararte.
De Galicia nos fuimos a Granada… porque si algo bueno tiene el Low es que puedes viajar por el mundo sin apenas moverte. La siguiente parada era el escenario principal, más conocido como el reino de Jota (al menos ,de ocho a nueve de aquella soleada tarde de sábado).
Eran las nueve y el limbo era una tentación a la que no queríamos resistirnos. Así que volvimos a nuestro adorado escenario Wiko y nos preparamos, a conciencia, para rendir pleitesía a uno de nuestros grupos fetiche… The limboos aparcaron el pop con estribillos repetitivos al otro lado del campo de fútbol y con su r&b nos trasladaron a los años 50.
Fue casi una hora de temazos como Nervous, big chef, space mambo, alguna novedad y unos cuantos speach que nos trasladaron a las noches en la ambrossía y nos dejaron claro que iba a estar complicado que alguien, aquel sábado, hiciera un concierto tan bueno como el de los limboos. Sólo faltó el Manisero para rematar la noche…Su From the city to the ocean side es una puta obra de arte más colgada en un museo que ya tiene unos cuantos melocotonazos en su paredes.
Mientras en el escenario Wico, Victoria Lennon se emocionaba con Novelería de Nueva Vulcano. Uno de los álbumes imprescindibles de lo que llevamos de 2015. Los chicos de BCore, son sublimes en sus directos y con El mirlo o pop y espiritualidad son capaces de dejarnos con un baile que, esta vez, les debemos nosotros.
En estos festivales levantinos, siempre echamos de menos el puntito diferente que tienen los grupos estadounidenses y como la única banda norteamericana del cartel era The drums, fuimos al escenario Budweiser a ratificar que estos neoyorquinos son algo más que una canción para surferos. Como tienen un disco muy bueno (The drums 2010) y un batacazo (Encyclopede 2014) el concierto estuvo lleno de altibajos: daban ganas de saltar cuando sonaban los temas del disco antiguo y de perderse en la cola de la barra cuando tiraban de repertorio nuevo. Nos quedamos con me and the moon y let´s go surfing pero, como muchos de los asistentes, preferimos ir a ver a los punsetes.
Sólo un ratito, porque los madrileños pueden llegar a agobiar escuchados en grandes dosis, así que después de escuchar mis amigos. me gusta que me pegues o 155 nos dio por cambiar el chip, otra vez, y darle una oportunidad al punk de the saurs. Por un momento dudamos si estábamos en el Low, en el funtastic o en una casa de cultura gestionada por anarquistas y fue la mar de divertido. Con su nuevo Thursday, como bandera y la distorsión como viento que la ondea, nos alegraron el final de la noche tanto que nos olvidamos de los ritmos discotequeros de yelle, del jagermeister y de las coronas de flores de las imitadoras de las chicas con estilo del Coachella.











Para obra de arte, la forma de escribir que tienen ustedes. No les conocía pero han sido dos crónicas excelentes.
Espero la tercera
Francis
Por Fon alguien que habla de limboos