Hay expresiones que uno no sabe de donde coño provienen. Mi madre cuando algo se tuerce o sucede un hecho inesperado dice ¡Al coño María la O! y eso mismo pensé, con doble sentido, cuando, a las 12 de la mañana, subía con mi paraguas y los pies mojados hacia Las Cigarreras a ver el concierto de Pájaro y Los Antideslizantes.
Luego, por suerte, la lluvia dejó de caer e imagino que las dudas de los organizadores de la reunión anual de jóvenes artistas de Alicante se esfumaron como las nubes negras. Así que tras dar buena cuenta de un buen codillo, un café y un patxarán, nos fuimos a la Calle del arte, o lo que es lo mismo, VillaVieja street, a pasearnos por la inspiración rosa de esa corriente de flujos vaginales que se autodenomina ¡Coño!
Como en toda expresión artística, el caos predominaba en el supuesto recorrido perturbado por las lluvias matutinas. Es curioso que un alto porcentaje de los presentes hubiera estado, también, en el concierto de la mañana. Al fin y al cabo, estas actividades están basadas en que la gente pruebe, experimente, cate, mire, compre e, importante, se deje llevar por corrientes diferentes. Y aunque no abundan los catadores, los pocos que hay repiten aunque sólo sea para hacer bulto…
Quizá por todo eso, predominaba el público joven, esos que tienen el duro cometido de desinmovilizar esta ciudad parada. Y es un buen punto de partida ver esa inconsciente asociación entre comerciantes, guiris, peluqueras, tatuadoras, ilustradoras, ideadoras de imágenes sobre superficies de todo tipo, cocineras, soñadoras y público.
He ahí el equilibrio. Las autoridades hablan de comercio, y ahí había comercio, hablan de turismo, y ahí había turismo, hablan de futuro, y ahí había futuro… ¿el motor? La cultura. ¿Qué falta? La atención y el dinero que los que «mandan» malgastan en cosas que despiertan menos interés que esta expresión de aptitudes para cambiar las cosas.
Nos tomamos una cerveza viendo pasar gente por delante de ese desaprovechado epicentro llamado MACA. Y me acordé que mi madre, también, utiliza la expresión «al coño María la O» cuando destruye algo que no le gusta.
Una moneda a las chicas de la Cruz Rosa y allí dejamos el futuro peleando por comerse al presente…
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