En realidad, para no notar en exceso las penurias del miedo escénico, decidimos rodearnos de amigos y llenar uno de nuestros rincones favoritos de la ciudad, de una parte de lo que nos ha ofrecido la terreta desde que llegamos, que es mucho más de lo que, seguramente, merezcamos. Allá por junio del 2014 nos agarramos a una frase de Oscar Wilde: «El único deber es el deber de divertirse terriblemente» para mostrar lo que pretendíamos ser. La pega fue habernos quedado sin ver, por un error de cálculo a Oh Gunquit! y ver que, aquí también, hay vecinos gilipollas que llaman a la Policía, por el tremendo ruido que puede salir de un acústico, sin percusión siquiera. Así están las cabezas y los finos oídos de los quejicas. Pero bueno, esperemos que el Distinto pueda seguir fomentando la cultura, como ha hecho desde que abrió sus puertas, y que los vecinos aprendan a entender el bien que ello genera a un barrio que está en vías de resucitación.
Para los que se quedaron con las ganas de escuchar la versión, sin ukelele de «Luciérnagas» aquí os dejamos un video with letters de la época de syrah:









Me encanto escucharte en solitario Jonn!!
Una gran velada!!!
Maravillosa actuación, letras profundas y arte en las venas!
Zorionak Norteño!!! ����
Gracias a tod@s por venir 😉
Repartiremos tapones la próxima vez de puertas para afuera… Fue un placer tenerte allí. Gracias!!