Autora: Ana Berg
Viernes, 19:20, saludo a Maxi y a Natalia, pido un refresco en la barra y traspaso la cortina que divide el espacio en dos; dejando a un lado el bar y al otro la pequeña sala que, durante un par de horas, se convierte en un pequeño estudio de artistas y aficionados amantes del arte. Faltan cinco minutos para empezar y el modelo se coloca en el centro de la sala junto a una banqueta cubierta con una tela azul y una pequeña estufa (es invierno y hace frío).
Inmediatamente, el ambiente queda envuelto por una agradable luz tenue, que transforma el cuerpo del modelo en un sorprendente y mágico juego de luces y sombras. Tras unos breves movimientos hasta encontrar la pose adecuada, el modelo se detiene y permanece así durante el tiempo establecido, que alguien controla con la alarma de un teléfono móvil, y que comienza y cesa a la orden de «¡Ya!».
Empezamos con poses cortas de 3 minutos, luego 5, después 7 y por último 10. Conforme avanza la sesión se le van sugiriendo al modelo poses distintas: sentado en una silla, recostado en la esterilla, de pie… A mitad de sesión se le conceden unos minutos de descanso, tras lo cual se retoma el trabajo. Y cada uno con su block o papel, sus lápices de carbón, sanguinas, pasteles, rotuladores o acuarelas, intenta plasmar lo que en ese reducido fragmento de tiempo le permiten sus ojos y su destreza manual. Digo esto porque al tratarse de poses rápidas hay que hacer un ejercicio importante de abstracción, en el que debes captar lo esencial sin detenerte en los detalles.
Sin embargo, hay otros detalles que llaman mi atención. Y es que, después de haber estudiado en la facultad de Bellas Artes, donde la gran mayoría del alumnado eran mujeres, me sorprende que seamos tan pocas las que acudimos a este tipo de actividades aquí en Alicante. También echo en falta que la frecuencia con la que acuden modelos masculinos a posar sea equitativa respecto a la de las modelos femeninas. Porque eso de que «el cuerpo de la mujer es más armónico y bello» es solo una escusa que ya pasó de moda. Ahí lo dejo.
Así que, si os apetece disfrutar de la experiencia de dibujo en vivo, sabed que esta actividad se realiza todos los viernes de 19:30h a 21:30h en el Freaks Art Bar de Benalúa (C/. Alona, 8). Los requisitos son realizar una consumición mínima por participante y una aportación de 3 euros al modelo al finalizar la sesión. Y lo más importante: respeto hacia el/la modelo y el resto de asistentes. Una iniciativa muy interesante por parte de Freaks Art Bar y Dibujo Alicante, que demuestra, al contrario de lo que muchos piensan, que el arte en Alicante está más vivo que nunca. Solo hay que saber buscarlo.
José Manuel Cámara Más dice
Gracias por tu amabilidad Ana. Esperamos verte mucho por allí.
jordi jordà dice
es lo poco que hay en alicante de la boemia plastica en vivo,se habla poco pero se trabaja mucho ,pasas un trato distraido practicando el cintorno humano al desnudo
Hilaria dice
Muchísimas gracias y gran articulo. Relata breve y bellisimo, el calor al abrigo de un rincón de Arte. Aver, si vuelvo por allí enseguida.