Nada define mejor el 2021 que una conversación suelta que tuve ayer:
-Jon, he leído los 10 artículos más leídos del 2021 y este año no has estado tan crítico –
-Igual es que se están haciendo las cosas un poco mejor- Contesté yo.
Ha sido un año jodido. Pero la conclusión sintetizada es que la pandemia se ha llevado una gran parte de la mierda que ahogaba a la cultura de La Terreta. No es muy diplomático decirlo, pero hoy se dedica a hacer arte quien realmente quiere dedicarse a ello. La palabra «profesional» tiene un sentido, Y lo «cultural» se ha arrancado estigmas que lo había sumido en la precariedad, para unirlo a conceptos más lógicos como la asociación (de medios, de profesionales del teatro, de cantautores…), la dignidad (de los salarios, de las ayudas, de los convenios) o el medio-largo plazo (de la lógica, del principio, del futuro).
La pandemia, como las guerras, ha dejado lugares desolados, daños colaterales, ruinas… seguimos echando de menos un poco de lógica en la gestión pública. Pero este año ha acumulado muchas primeras ediciones, muchos proyectos renovados y mucha militancia adjetivando discursos de políticos, artistas, gestores, ayudas, peticiones y miradas al futuro.
El margen de crecimiento sigue siendo amplio. Pero por una vez, no nos compensa quejarnos. Aunque falten marcas implicadas, empresas autóctonas empujando, caras visibles y otras cosas. El 2021 nos ha dejado grandes dosis de imaginación, una pizca de crecimiento inesperado y lugares concretos para que el margen de mejora se desarrolle.
Seguramente, el optimismo siga siendo una utopía y equiparar a un artista con una empresa con balances positivos un sueño al alcance de menos gente de la que lo merece. Pero en el brindis de este año, la parte positiva del chin, tendrá caras visibles, proyectos tangibles, trabajos generados y monetizaciones impensables hace no mucho tiempo.
El segundo chin, es el público. Esperemos que en 2022 resuene un poco más fuerte y haga gala de los nuevos aprendizajes: la previsión, la variedad, la empatía, el civismo… y todas esas cosas que cada año nos hacen un poco más grandes a todos.
Feliz año nuevo y que el 2022 siga llenando de cultura vuestros calendarios.
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