Con la de tiempo que llevamos deseando que Los Cines Ideal vuelvan a ser el emblema de la cultura alicantina, resulta que, ahora que parece que puede haber dinero para recuperarlos, el alcalde quiere hacer oficinas. ¡Toma ya! ni teatro, ni cine, ni música, ni leches.
A estas alturas de «la película» no vamos a engañarnos pensando que la cultura es una prioridad para los políticos mediocres de esta ciudad. Ni lo fue para el tripartito, ni para el Gobierno efímero, ni para el PP de antes, ni el de ahora, que no es lo mismo, pero es igual.
Aquí nadie se hace una pregunta de la que parte todo ¿qué necesita la cultura alicantina? Tras cuatro años viviendo día a día los vaivenes de las artes, tenemos claro que hay un millón de realidades paralelas en las que cada uno piensa en su puto ombligo. No hay un interés general, no hay un proyecto de futuro, no hay cabezas pensantes, ni solidaridad, ni línea que seguir… pero sí que hay puntos de partida como una programación que más o menos se reestructuró cuando un tío con un mínimo de conciencia cultural dirigió el cotarro.
Sin enrollarnos… Alicante tiene mucho edificio vacío, mucha grandilocuencia en forma de teatro principal, una ciudad de la luz vacía, unas plazas y un palacio provincial desaprovechado, la CAM y su ocultismo, el Arniches y su nueva visión alternativa… ¿echáis de menos algo? Vualá: la cultura de base y su falta de espacios ¿quién se preocupa de eso? El Alacant desperta, Alicante Live Music, alguna asociación con la utopía por bandera y pare usted de contar. Y más o menos pasa lo mismo con el siguiente paso de la evolución artística, y el siguiente, y el siguiente… representados todos por la bandera de la precariedad y el abandono.
Partiendo de la capacidad de ignorar el criterio que tienden a tener los políticos, nosotr@s siempre hemos abogado por la radicalidad: ocupar espacios vacíos, tomar la calle… lástima que aquí las asociaciones juveniles con ganas de guerra brillen por su ausencia. Pero ahora que hay una posibilidad de recuperar un edificio en mitad de la ciudad, con amplitud para que se encuentren las cabezas pensantes de la precaria efervescencia cultural de la ciudad ¿Qué conviene hacer? ¿Reactivamos el Consell de Cultura? ¿Hacemos una encuesta entre los posibles interesados? ¿Sacamos la idea a concurso público para que se lo vuelva a llevar Ortiz o Florentino Pérez? ¿Copiamos lo que ya funciona: el matadero de Madrid, la tabakalera de Donosti?
¿Qué más da? Mientras no haya un interés real por la cultura va a servir de poco el debate. Si no hay puntos de partida, una línea que seguir, un apoyo económico a la difusión de todo lo bueno que tenemos, una agenda, una educación cultural, una diferenciación clara entre artes y fiesta, artes y alcohol, artes y tiradillos… y una conciencia de la importancia de esas mismas artes para el desarrollo comercial y turístico (no el chabacano, ni el del pan para hoy y hambre para mañana) ¿Para qué queremos otro edificio? ¿Para qué necesitamos más improvisación? ¿Para qué otra foto de inauguración y un olvido posterior? ¿Para qué otro punto aislado en el mapa como ya lo son el Maca, el Teatro Principal, el Castillo de Santa Bárbara…?
Amigos políticos, siéntense de una puta vez y dejen de hacer el ridículo dando palos de ciego. Busquen un puñetero consenso y dejen de jodernos a los medios, a los artistas y al público en general. Dejen de presumir de saber algo cuando no tienen ni zorra idea y, sobre todo, dejen de poner trabas en el avance de la cultura alicantina, dejen de gastarse el dinero público en gilipolleces y quitense la venda de los ideales políticos para pensar en lo que la ciudadanía les reclama: calidad, educación, plataformas de desarrollo y prosperidad.
Para hacer oficinas ya tienen otros edificios vacíos y para hacerse fotos váyanse a las elecciones de belleas y esas memeces en las que sí que dejan hacer a «los que saben».
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