Un sabio amigo nuestro, solía decir que: «la vida es una sucesión de causas pendientes cerradas». La verdad, empezábamos a sentir vergüenza de que, después de casi 9meses con el blogg abierto, no le hubiéramos puesto cara, aún, a la mayoría de los cantautores de la zona. Así que como cada primer viernes de mes, l@s chic@s de la Explanada organizan un micro abierto en el taller tumbao, hicimos un hueco en nuestra apretada agenda y nos fuimos a disfrutar de la música más intimista de la terreta.
Bueno, o eso esperábamos, porque una guitarra y un micrófono pueden dar mucho de si.
Nos faltaron algunos como Xeco Rojo, que estaba en Altea, o Inés Saavedra, que sigue «epiepiando» el mundo, u otros a los que esperamos no tardar demasiado tiempo en conocer; pero ¡qué le vamos hacer! es bueno que nuestros artistas estén por ahí dando rienda suelta a su arte, al fin y al cabo, no es fácil ganarse la vida como poeta, o guitarrista, en los tiempos que corren, aunque también es cierto, que es difícil filtrar las verdades sin la ayuda de estos líricos vocacionales que abren nuestros ojos con sus letras.
Quizá la siguiente vez que nos pasemos por Benalúa, nos animemos a tocar algún temita, quedarnos más tiempo o igualemos las tornas dejando que los artistas también pongan cara, y saluden, a los observadores. Pero esta vez, como andábamos escasos de tiempo, preferimos sentarnos en la barra, pedirnos un par de cervezas y escuchar: un arte, por desgracia, poco extendido, que cuando uno lo pone en práctica, acaba entendiendo cosas, para las que el ego, el individualismo y los subjetivos periódicos actuales no suelen tener explicación.
En apenas una hora, de turnos de guitarra, vimos pasar por el escenario a la sensibilidad romántica de César Ruano, la capacidad de improvisación del maestro Copé, el catastrofismo exageradamente despechado de un macho alfa, el humor de Pachi y su hit «Pablito 3huesos» y la excelencia de un irlandés andaluz que, con la humildad del bien llevado miedo escénico, nos dejó, sinceramente, boquiabiertos y con ganas de volver a este Oasis en mitad del trajín de la ciudad, en el que la cultura, sea escrita, cantada, leída o pintada encuentra su sitio… y los que, todavía, saben apreciarla, también.
Así que: ¡larga vida al taller tumbao!, a la explanada y a la gente que hace posible que el intimismo permanezca con vida a pesar del ruido exagerado del resto del mundo. Prometemos hacer más caso a los cantautores, aunque nos encante quedarnos sin entradas por sold out, como hace un mes y pico en el Campello; Y, también, nos comprometemos a pasarnos más a menudo por el Taller Tumbao, sobre todo, porque en esta ciudad, es difícil encontrar la tranquilidad, y allí, aunque sólo fuera por una hora, tuvimos el lujo de respirarla.
Anónimo dice
Donde esta ese sitio?
Jonn dice
http://eltallertumbao.blogspot.com.es/
C/Arquitecto Guardiola, 31, Benalúa
Alicante