- Día: 8 de diciembre
- Lugar: El Bardo Escaldao (Iruña)
- Crónica de Maite Mené
- Vídeo: Victoria Lourdes
La Crónica:
«Las historias más bonitas siempre comienzan con momentos que parecen no tener importancia o a lo mejor es que no se la damos y la tienen…»
Todo comenzó una de esas tardes de julio, en El último bucardo, compartiendo música y experiencias con una gente, nueva para mí, pero que ya se había tragado la vida a borbotones. Allí comencé a escuchar eso de la Jamtrica, una jam de mujeres, un lugar donde compartir, donde estar, donde sentir.
Un mes después, Anita Antón se dejó caer por Aranguren y nos pusimos a elegir un puente donde colocar la primera Jamtrica en el Bardo Escaldao: 8 de diciembre. Y desde Agosto hasta aquí han sido unos meses de organización, de intentar animar a las artistas locales, a veces con poco éxito o fortuna, porque el hecho de ser puente suponía que mucha gente iba a estar fuera. Y a la vez super-ilusionada porque subían cinco grandes mujeres desde Alicante a transmitirnos su experiencia.
Como quien no quiere la cosa llegó el finde y la noche esperada; el escenario estaba precioso decorado con fulares y pañuelos de colores; y todos esos miedos acumulados se fueron disipando, porque a pesar de la fecha, el Bardo se llenó de personas que querían compartir el momento con nosotras.
Comenzaron las presentaciones y los primeros acordes; todo tenía una magia especial; mujeres con mujeres haciendo arte y sintiéndose una; sororidad por todos los rincones del Bardo. La música de Olivia Reñón, Laura Campello, Anita Antón, Inés Saavedra, y la de una servidora, Maite Mené. La poesía personal y clara de Blanca y Merche. Neus y su clarinete embelleciendo poemas, canciones e iniciando una impro mágica. Las danzas de Amaia, que poco después se lanzaría al cajón. La desgarradora interpretación de Oskia. Los coros de Cun. La admiración manifiesta de Ángela por “el racimo” de Jimena. El Aurresku con Arantza y Oskia, de nuevo.
Victoria Lourdes, con su pasión y humor, iba hilándolo todo. Mujeres de aquí y de allí, hermanas, compañeras, compartiendo y tomando el escenario, sintiendo, viviendo, trascendiendo el arte más allá de un mero resultado, de un simple momenot. Ahora nos toca regar esta semilla que nos habéis ayudado a plantar, para que crezca y sea visible en nuestro día a día.
Mila esker (gracias)
Y este domingo en El Taller Tumbao (Benalúa) lo mismo, pero en Alicante:
Deja una respuesta