De antemano, quería felicitaros por vuestro trabajo. Hacía tiempo que un medio de comunicación no removía la ciudad como lo estáis haciendo vosotros y, aunque en el tema Hogueras no esté del todo de acuerdo, entiendo vuestra postura, aunque no la comparta.
Resulta muy lógica la exigencia de autocrítica que habéis lanzado. No obstante, habéis obviado algo importante que, en general, sí que tienen las Hogueras, que es la Cultura de Barrio. Siempre escribís sobre la falta de idiosincrasia y de apegos de esta tierra. Pero para mí hay una excepción: las Hogueras son barrio. Es cierto que la imagen final puede resultar bochornosa a ojos, como los vuestros, ajenos al trabajo de todo el año, pero por dentro tiene su encanto.
Para mí es un aliciente compartir con mis vecinos diferentes inquietudes, ver trabajar a los maestros artesanos, hacer rifas, paellas, las elecciones de belleas, los desfiles y un montón de actividades más que dan vidilla a un barrio que, en general, no tiene demasiadas cosas.
Es cierto que todo es muy cerrado y que hay mucho costumbrismo que no atrajo a mis hijos, ni parece gustar demasiado a mis nietos. Por lo que sí que es posible que tengamos que adaptarnos a los nuevos tiempos, o ser algo más que una asociación de vecinos que podrían estar más implicada con las plazas, la Biblioteca o el Centro cultural del Barrio.
Pero creo que eso de fabricar barreras donde no son necesarias es algo que los alicantinos no podemos evitar.
También creo que deberíamos hacer jornadas de puertas abiertas para que vieráis que lo que no consideráis cultura, va más allá de la simple fiesta. Aquí contratamos Bandas de músicas para desfiles, dulçainers para amenizar nuestros actos vecinales, charangas en las mañanas de mascletás y no contratamos grupos de verbena, como antaño, porque la verdad es que los pincha discos salen mucho más baratos. Y también visitamos otras Hogueras para apoyar el trabajo que hacen.
También es cierto que podríamos fomentar más tradiciones como las Muixarangas, el folclore, el intercambio cultural con otras localidades y países, o como bien dijistéis vosotros: ayudar a conocer la gastronomia y otros placeres alicantinos. Pero también tenemos nuestras limitaciones.
Y, también, doy la razón a todos los que dicen que deberíamos regular mejor la contratación laboral, que la igualdad fuera un hecho y que todos los guiños a la sostenibilidad que vamos teniendo, vayan más deprisa de lo que van.
Hay mucho por hacer, porque a mí tampoco me convence eso de que las fiestas duren un mes, o pongamos en peligro el patrimonio. Pero más allá de lo que proponéis, que sepáis, que al menos en mi Hoguera sí que vuestros artículos y fotos han calado. Y se agradecen, aunque algunos se enfaden.
Atentamente, Julia.
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