Por Gema Over.
Cuando llevas un tiempo (por no decir toda tu vida) viviendo en Alicante, y has visto como norma la escasez de planes culturales, dudas de si después de una pandemia mundial, como en la que estamos metidos, se va a tender otra vez a la sequía (y no sólo meteorológica) o va a cambiar algo.
Por una vez después de bastante tiempo, mi ciudad me sorprende con una cantidad ingente de presentaciones, conciertos, espectáculos, y exposiciones de todo tipo (y de verdad, aplaudo a tod@s l@s organizadores de éstos por mojarse y arriesgarse)
Pero hoy me voy a centrar en un plan que tiene que ver con mi gremio: El Cómic.
El día 29 de mayo se inauguraba la exposición “Sicofante”, del autor y dibujante de cómic Adrián Bago, en la escuela Mistos.
A Adrián le conozco desde hace tiempo. Concretamente, de cuando servidora estaba empezando a meter la cabeza en el mundo del cómic, sobre todo del underground. Allá por 2014, cuando Adrián presentaba en la mítica tienda de tebeos Ateneo cómics junto a René Parra, Victor Puchalski y César Sebastián su fanzine “Obscuro”, de Inefable ediciones.
Desde entonces, hemos tenido un par de «encuentros comiqueros», todos ellos relacionados con otros autores y autoras. Pero, por primera vez, (desde “Obscuro”) acudía a un evento en el cual él era el que presentaba otro proyecto: su cómic “Sicofante”.
Por culpa de la pandemia, las presentaciones de éste se vieron un tanto truncadas, ya que se terminó de imprimir en octubre de 2020 (tema del aforo y las normas del estado de alarma, creo que sabréis de qué os hablo), pero eso no ha evitado que tiempo después, se haya podido hacer una exposición con las páginas originales de la última obra de Bago.
Yo, como gran aficionada al arte de contar historias con viñetas (y con la pandemia ya a la baja) no dudé en acudir presencialmente a la inauguración de la exposición.
Como he dicho, a Adrián y su obra lo trataba de hace años, y ya le conocía lo suficiente como para saber que iba a disfrutar de una buena colección de láminas en A3 de entintado tradicional y otras obras hechas en técnicas tradicionales como el gouache (que si le seguís en redes sociales, sabréis que obra que publica, obra que se vende).
Cómo nacida en la década de los 90 y viendo el auge (y casi imposición) de lo digital, acudir a una expo en la cual se pueden observar las láminas originales con sus rayas en rojo y azul en algunos casos, los giros y las presiones de muñeca elaborados a pincel, la rotulación de los diálogos y cajetillas de información a mano, da mucho gusto ver la esencia de la historieta.
Y aparte de la técnica, “Sicofante” también tiene mucha esencia, pero del artista… Conversando con él, no oculta que sin duda el protagonista de su obra se le parece físicamente, se llama igual y que tiene vivencias muy parecidas a las que él mismo ha tenido-
También recalca que hace crítica de esta sociedad en la que los jóvenes (y no tan jóvenes) estamos condenados a encadenar trabajos precarios uno tras otro, con un futuro cada vez más borroso y negro (no paro de escuchar a millenials decir eso de: brilla más que mi futuro).
La verdad, no he podido evitar sentirme identificada, y tengo que decir que mis acompañantes no paraban de asentir con la cabeza mientras Adrián comentaba esto último.
Como he dicho, soy una gran aficionada a los tebeos, y como (espero) futura autora, valoro mucho el que una obra esté dedicada por el mismo, así que no dudé tanto en comprar un ejemplar (17€) como en pedir que me lo dedicara (que para la gente que no está dentro del mundo del cómic, una “simple” dedicación es que te haga un dibujo junto a unas cuantas frases en menos de 2 minutos, y os digo como dibujante que en esos 2 minutos es donde se demuestra de qué pasta es el/la artista)
Resaltar que, en cuanto a medidas Covid, la Escuela Mistos se tomó muchas molestias para cumplir con todas estas pautas que ya forman parte de nuestras rutinas.
No puedo acabar, sin sacar a relucir mi lado friki, porque por Mistos también pasaron otros grandes artistas alicantinos del mundo del cómic como Amelia Navarro (“Saxífono”, premio mejor fanzine en el Salón del cómic de Barcelona en 2019 y nominada a mejor cómic infantil y juvenil por “Viaje a Xambala” de Grafito ediciones) y Juaco Vizuete (“Yuna”, Astiberri ediciones).– Para que luego se diga que no tenemos grandes representantes culturales alicantin@s.
Me gustaría acabar haciendo una mini-crónica de la ópera prima de Bago, pero en esta precariedad en la que estamos sumidas, nos falta tiempo y veremos cuando puedo sacar unas horitas para devorar la obra de Adrián Bago.
Eso sí, os puedo asegurar que si os pasáis por la Escuela Mistos podréis ver la calidad técnica de este y eso da luz a una ciudad que siempre creí moribunda y parece empezar a resucitar a base de imaginación y de artistas que, seguramente, sin todos los medios que merecen, empiezan a asomar aferrados al talento que esperamos que florezca y se expanda por esta provincia en esta nueva primavera cultural post-pandémica.
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