No creía en los fantasmas, pero cuando se cumple un año desde que el Bipartito de Barcala, y la que se aburre, tomaron posesión, hemos echado de menos un poco de ruido y oposición. Los Concejales de Podemos y Compromís han empezado a asomar sus cabecitas en los últimos días, pero nada se sabe de Sanguino y su silencioso y permisivo PSOE.
Lo de la diplomacia está genial. Y se ha agradecido que en tiempos de pandemia todo el Ayuntamiento, sin importar colores, haya ido de la mano. Pero ¡ojo! ahora que ésto que algunos mal llaman desescalada ha abierto la veda, convendría que, con un aliado tan fuerte en Valencia, las mascletás que no veremos en Luceros este año, empezaran a dispararse en los plenos, antes de que las corruptelas y los colegueos aceleren trámites como la venta del Cine Ideal al «amigo Trinitario» (cuando una llamadita a Ximo Puig, podría convertir en jugada maestra la declaración de BIC de un emblema de nuestro Patrimonio).
Lo mismo ocurre con el nuevo despropósito antinatural del paseo «futurista» que pretenden endosar en la costa. A parte de feo, es poco accesible, no pega con el entorno en el que pretenden construirlo, es caro, y sobre todo, tiene poco de sostenible.
El debate sobre el modelo de ciudad que queremos está en la calle, pero los socialistas no han sido capaces de trasladarlo a dónde realmente se toman las decisiones. Y en este momento en el que otras ciudades están tomando un rumbo concreto hacia el futuro, aquí seguimos con la táctica de los parches, vendiendo humo con el turismo o el distrito digital y viendo por dónde se va a dejar caer el sr Ortiz para pegar su enésimo sablazo a las arcas públicas, ahora que ha visto lo barato que le está saliendo el tema.
A todo esto, los vecinos de la zona Edusi, siguen indefensos, hay manifestaciones de los hinchas del Hércules, de los autobuseros, de las kelis y los camareros, de las asociaciones de los barrios de la zona norte que llevan siglos demandando atenciones que no reciben…
Y en pleno destartalamiento de todo, el PSOE calla y cuando quiera espabilar, el Ideal será historia, tendremos un centro lleno de horribles veladores, un paseo marítimo a juego con el esperpento de la oficina de turismo del puerto, la cultura hecha trizas y el votante de izquierdas desamparado viendo como hay más discusiones internas que focos alumbrando la incompetencia de algunos Concejales que llevan un año tocándose la breva a dos manos.
No se trata de cobrar, ni de hacer informes mediocres e insustanciales como el «Balance del año del Bipartito». Se trata de hacer oposición mojándose, de tener una estrategia o un plan que no se atisba por ningún lado, de tirar de bazas como el Gobierno Central, Valencia o ¿por qué no? Elche, u otras localidades gobernadas por el PSPV… Pero, sobre todo, se trata de dejar de hacer el ridículo, debatiendo, haciendo ruido y, metiendo el dedo en la llaga en la incompetencia demostrada de Concejales como el de Cultura, el de Fiestas, la de Acción Social o la Vice-Alcaldesa.
¡Coño! Que parezca que tenemos oposición en Alicante y no un fantasma.
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