Para saber a lo que aspiras, no hay nada mejor que aprender de los que ya saben. Alicante es una ciudad emergente en el que hay agentes, como las instituciones, que parecen estar concienciados de la importancia de la cultura. El número de actividades artísticas empieza a tener la cantidad y la calidad de eventos que se le presuponen a una ciudad de más de trescientos mil habitantes, pero ¿qué nos falta para ser un referente cultural como Granada o Murcia ?
El día 4 de Noviembre, el concejal de cultura Daniel Simón ha convocado, en el MACA, a los agentes culturales activos de la ciudad a una reunión para unificar propuestas y mejorar la actividad que hasta ahora hemos tenido por estos lares.
Yo que en mi vida he acudido a un sinfín de reuniones de este tipo, espero equivocarme, pero en estas asambleas, normalmente, toman la palabra los que pretenden aprovechar la disyuntiva para que el ayuntamiento les financie su fiesta particular. España es un país contijero en el que son pocos los que miran por el bien común y los que ponen al servicio de su ciudad sus capacidades artísticas. Y muchos los que entienden que las instituciones son una especie de banco que concede préstamos a interés cero.
En mi modesta opinión eso es una equivocación. Porque aunque es verdad que los consistorios están para apoyar y fomentar la cultura, las arcas públicas no están lo suficientemente boyantes para hacerse cargo de los disparates que, supuestas asociaciones sin ánimos de lucro y empresas de management cultural se piensan. Y hay problemas mucho más acuciantes que resolver.
Según mi experiencia, la única función de los ayuntamientos es poner al servicio del ciudadano los medios de los que dispone. Hasta hace poco nos han gobernado políticos, cerrados de mente, que gastaban gran parte de los presupuestos, que los contribuyentes ponían en sus manos, para ganar votos. Repartían dinero a diestro y siniestro entre sus amigos y cerraban las puertas a proyectos cuya única intención era abrirle a la gente la cultura.
Sin gastarse un euro, las diferentes concejalías tienen en su poder la posibilidad de dar permisos, de abaratar costes, o de poner al servicio, de quien los necesita, todas esas vallas, escenarios, equipos técnicos… que sólo se utilizan en época de Hogueras.
El dinero está para fomentar formas de cultura minoritarias, para impulsar la creación de centros de cultura donde los artistas puedan dar rienda suelta a su imaginación, para publicitar las actividades que se realicen en la ciudad, pero no para financiar a cuatro iluminados.
Yo, que también tuve mi época de organizador de eventos, me daba con un canto en los dientes cuando me topaba con un ayuntamiento serio que me evitaba dar doscientas vueltas, por sus diferentes concejalías, para conseguir un simple permiso. O agradecía, el respaldo que siempre da tener de tu lado el nombre del consistorio, o la Diputación, de turno, para que muchas empresas privadas tuvieran a bien relacionar su nombre con el de la ciudad y el arte que se hace en ella.
Ellas sí que tienen pasta, y beneficios fiscales, que pueden financiar todo lo que se nos pase por la cabeza. La cosa es como convencerlos. Y eso es algo tan sencillo como que el ayuntamiento abra su abanico de permisos, que se arriesgue a perder los votos de los vecinos quejicas alegando que la cultura es más importante. Que llene sus plazas, como este fin de semana ha hecho Granada, de deporte, Gospel, lindy hop, teatro, música, poesía, fotografía, pintura… Porque el día 4 nos dejará claro que esta ciudad está plagada de artistas, de ideas, de sueños que pueden cumplirse, de gente dispuesta a perder su tiempo y su dinero para que un día, no haga falta discutir, ni pasarse meses detrás de un concejal o de un técnico bien adiestrado, para conseguir un simple papelito.
Lo que le falta a Alicante es crear hábitos entre sus habitantes. Y eso requiere tiempo, esfuerzo, lidiar con paletos que no entienden que no hay futuro sin cultura y que la cultura debe estar: primero en las calles, luego en todos esos edificios grandilocuentes a los que no damos el uso que deberíamos y después en todos y cada uno de los rincones que componen esta maravillosa, y mejorable, y ciudad.
Así que yo, el día 4, iré al MACA a escuchar y sólo pido a los colectivos que pretenden tomar la palabra que antes de hablar, aparquen el individualismo y piensen lo que, en realidad, pueden aportar al interés común.
Anónimo dice
Muy buena reflexión…
Solo te haré una matización: las vayas, los escenarios y los equipos técnicos que pudiera facilitar el Ayto, si que le cuestan dinero a éste…tanto el material, como posiblemente la mano de obra para su colocación si se organizan los actos culturales en días festivos. Normalmente suele haber buena fe por parte de las Instituciones, pero actualmente éstas no están boyantes económicamente, y las facilidades a las que tu aludes…son difíciles de asumir.
Esperemos que el día 4, Daniel Simón escuche a todos los que allí se acerquen, y que después sepa encauzar y aunar lazos con el resto de concejalías, para poder llevar a cabo ese gran proyecto cultural de CIUDAD que tiene en mente para Alicante.
Ojala nos sorprenda a la mitad de alicantinos escépticos, y logre mejorar culturalmente nuestra ciudad!!
Anónimo dice
Me consta que muchos se han ofrecido a recoger el material, montarlo e incluso contratar un electricista para ahorrarse un generador por hacer un trabajo de 2minutos por los que la anterior Corporación cobraba 600€ más el evidente gasto de luz.
Yo no sé lo que cambiará Daniel Simón, pero ya tiene algo que no han tenido ninguno de los anteriores Gobiernos municipales: escuchar a los interesados
ALBERT F.
Anónimo dice
Qué es Una paga extra por montaje comparado con los macroconciertos deficitarios o el despilfarro de hogueras?
Tengo unos cuantos amigos operarios del Ayuntamiento dispuestos a ganarse unas pelillas, por no hablar de los parados que hay en esta ciudad.
Ana González
Anónimo dice
Espero que el día 4 discursos como éstos se impongan al oportunismo de los de siempre.