Tras un año entero de total incompetencia, silencio y reconocimiento público de que él ni tiene idea de cultura (ni va a hacer nada por tenerla) el escándalo colectivo ha llegado al desvelarse un dedazo.
Muchos se han extrañado de que no nos apresuráramos a machacar a Antonio Manresa,Concejal de Cultura, por el «descuido». La cuestión es que hay personas que se desacreditan solas y ya hay tantos entes culturales locales que han vivido en sus propias carnes lo que nosotr@s hemos criticado tantas veces, que entendemos que las cosas caerán por su propio peso y el tiempo, el alcalde, o su partido (si es todo lo serio que dice ser) tomarán las medidas oportunas para que esta agonía, que tan mal viene a la cultura, se alargue.
En cuanto a los dedazos… ya lo hemos dicho muchas veces. De hecho, no es una cosa particular de Ciudadanos. Cuando hablaban desde fuera vendiendo lo de «la nueva política» el número de asesores y cargos públicos era lo que más criticaban: ellos, Podemos, Vox… y todos, hasta que entran a formar parte de la rueda y cometen el mismo error que los de antes, asalariando a amigos y compañeros de partido.
Lo malo no es tener derecho a elegir quien te acompaña, sino el criterio que utilizas para seleccionar ese acompañante. Y cuando uno reconoce abiertamente ser un ignorante en un campo determinado, debería utilizar ese comodín para rodearse de alguien ducho en esas lides, en lugar de tirar de amigos, cantamañanas y aprendices de políticos.
Pero no sabemos porqué, peperos, socialistas, comunistas y fachas usan la misma vara de medir en ésto y para éso, cuatro años pueden hacerse muy largos. De hecho, en el ejemplo de Manresa, uno ya está siendo bastante insoportable para público, medios, ciudadanos, técnicos… vamos para todos menos para los que deberían cesarlo, que no son otros que el alcalde y sus compañeros de partido. Pero claro, un pacto de Gobierno tiene estas cosas y, como siempre, la cultura es un mal menor. Si fuera el Concejal de Fiestas el que dice que no le interesan las Hogueras o la Semana Santa, estaría en la puta Calle al minuto. Cosa que en la cultura, por desgracia, no está pasando.
Deja una respuesta