- Fechas: Del 26/10/18 hasta el 27/1/19
- Lugar: Museo de Arte Contemporáneo de Alicante (MACA)
- Organiza: Consorci de Museus de la Comunitat Valenciana y Museo de Arte Contemporáneo de Alicante (MACA)
- Colabora: Ayuntamiento de Alicante
- Comisariado: Luis Gordillo y Rosa Mª Castells
Luis Gordillo (Sevilla, 1934) es una de las figuras más influyentes y punto de referencia esencial del arte español del último medio siglo. Su obra se conforma en los años sesenta recogiendo tres influencias básicas: el informalismo, el arte Pop y el geometrismo. A partir de los años 80 alcanza su madurez creativa con un estilo artístico inconfundible que lo ha mantenido alejado de grupos y tendencias en una especie de automarginación. Ha utilizado en los setenta la fotografía y otras técnicas de transformación de la imagen como maquinaria de disección y análisis del proceso pictórico, posteriormente incorporado las nuevas tecnologías digitales. Entre los numerosos premios y reconocimientos que ha recibido destacamos el Premio Nacional de Artes Plásticas (1981) y el Premio Velázquez a las Artes Plásticas (2007).
La exposición ‘Fotoalimentación’ presenta al Gordillo más cercano a la fotografía. El artista utiliza desde principios de los años 70 la fotografía con la finalidad de encontrar otras opciones al color dominante en su pintura, con el objetivo de abrir una investigación neutralizadora de su utilización violenta de colores complementarios.
Esta práctica fotográfica experimental le permite indagar sobre la construcción, reconstrucción y destrucción de la imagen. Técnicas de transformación como la fotografía pero también la imprenta, la fotocopia y el collage reciclándose y trabajando en espiral. A través de esas técnicas Gordillo adopta modos del arte óptico y constructivista como la seriación, la repetición, las variantes y diferencias entre lo casi idéntico que le permiten desdoblar, simultanear y copiar una misma imagen obsesivamente.
Trabajando con el negativo y el positivo de la imagen, superpuestos o a veces ligeramente desplazados, y también descompuestos en los cuatro colores de la cuatricromía, Gordillo convierte las imágenes resultantes en ‘esquizoides’, un estilo singular empapado de melancolía irónica en parte influenciado por su larga practica psicoanalítica.
Gordillo, en su afán coleccionista, acumula tanto objetos banales de la cultura popular como imágenes de la prensa haciendo una amplia radiografía de la realidad; de todo ello se decantan imágenes de carácter psicodélico a veces cercanas al pop.
Esta exposición muestra dos etapas con claras diferencias: una primera con el trabajo fotográfico de los 70, casi en su totalidad en blanco y negro y otra posterior donde ya aparece el color y la utilización de la nueva tecnología digital que le abre a Gordillo un campo casi infinito a la experimentación.
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