Se acabaron. Por fin, se acabaron… Las hogueras, digo. Aunque todavía quedan reminiscencias olorosas y grietas por ahí, pero el huracán ya ha pasado.
Mucha gente por qué me dio por hacer estas viñetas. Pues bien: Nunca me han gustado las hogueras. Ni siquiera siendo niña o adolescente.
La decadencia de la humanidad, en todos los aspectos, dentro de la fiesta local es deprimente. Yo recuerdo haber paseado en hogueras hará ya unos cuantos años, y ver a la gente en las barracas, en las fiestas y preguntarme:
¿Realmente se divierten? ¿Esto es en verdad la celebración de las hogueras?
Porque yo no quito que haya un gran componente cultural dentro de las mismas fiestas. Esos monumentos efímeros son maravillas, y todo hay que decirlo, es una pena que al final sólo queden los recuerdos y un par de fotos (o miles, ya que estamos en la era digital).
También los desfiles y la ofrenda de flores son preciosas. Los pasacalles, las bandas paseando por el centro… Y ya está.
Yo, que soy artista, que mi intención es vivir por y para el arte en todos sus aspectos, veo que para alguien que sufre ligirofobia no hay algún plan alternativo (público y cultural) dentro de las fiestas locales. Y por desgracia nunca me he sentido identificada con éstas. Pese a que he nacido y vivido aquí toda mi vida, no me siento representada. Y en el tema cultural, a pesar de que durante todo el año ha mejorado considerablemente, todavía me quedo (muy) coja.
Y eso es lo que he querido hacer ver en todas las viñetas:
- Que nos estamos cargando nuestro patrimonio (de las pocas cosas que tenemos)
- Que no tenemos alternativa cultural.
- Que debemos de plantearnos el civismo de los alicantinos…
- Y otras tantas cosas más que podría escribir en una larga lista. Pero tendremos que esperar un año.
Sinceramente… Espero que más de un@ se sintiera incómodo con las viñetas. Eso significa que algo se está removiendo.
Las viñetas:
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